viernes, 24 de agosto de 2012

Vengo… 24 de agosto, 2012 Sennin J.A. Overton-Guerra


Vengo…
24 de agosto, 2012 Sennin J.A. Overton-Guerra

Vengo…
De ese trágico sueño,
Ahora maestro, ahora creador
Y dueño…
De una nueva dimensión…
Con un solo empeño – la Visión
Sin pretensión de relucir
Solamente de cumplir
Con decisión…
Redención tengo.

Vengo…
La realidad del tiempo y la distancia
Esa grave ilusión
De la mente donde
La trascendencia y la demencia
Hoy y antaño…  confunde la realidad.
La claridad no se difunde
La oscuridad retuerce
La incertidumbre nos hunde
La ignorancia nos funde
En un infierno sin compasión…
La Misión: Liberación
A eso…
Vengo…

24 de agosto, 2012 por Sennin J.A. Overton-Guerra

martes, 21 de agosto de 2012

¿QUÉ SE SIENTE AL SER MARIPOSA? COMPLETO


¿QUÉ SE SIENTE AL SER MARIPOSA?
Una entrevista conmigo mismo sobre mi Iluminación
PARTES 1 – 5
{De la “Bitácora de Shodai, Vol. 3, “El mundo es mi dojo” por Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra}


PRIMERA PARTE: {ANOTACIÓN No. 109}
Hoy por primera vez voy a escribir directamente y profundamente sobre mi propia Iluminación, cómo sucedió, cómo se sintió, y cómo me impactó, cómo se compara a la Iluminación del Buda, qué implica en la filosofía-espiritual de MAMBA, y quizás algunos puntos más que hasta ahora y de momento no me vienen a la cabeza pero que sin lugar a dudas saldrán a relucir – de hecho ya sale uno: ¿Por qué demonios he esperado tanto en comunicar, compartir algo tan relevante – de hecho ahora que lo pienso quizás no haya nada más relevante en la vida –  en vez de compartirlo como cabría esperar, sobre todo teniendo en cuenta de que nunca escondí haber alcanzado la Iluminación?  Comenzaremos por el final.

 ¿POR QUÉ NO ENTRAR EN ESTE TIPO DE DETALLE DURANTE LOS ÚLTIMOS CASI CINCO AÑOS?  La verdad es que creo que no me parecía tan relevante a mí personalmente hacerlo. Yo he estado demasiado ocupado quizás digiriendo el significado de la transformación, viviendo la transformación, produciendo desde la transformación, como para querer pararme a reflexionar para escribir y transmitir sobre la transformación misma. Hay que tener en cuenta que aunque surgió o se experimentó de golpe, sus efectos continúan siendo incesantes en todos los aspectos de mi mente y en cierta forma en mi cuerpo. Es como ser expuesto a un alta dosis de radiación: el evento, la exposición misma, puede haber sucedido en un solo instante, pero los efectos son de por vida, y los efectos son acumulativos. Creo que me ha llevado todo este tiempo acostumbrarme a dejar de ser ‘oruga’, desenvolverme como ‘mariposa’, para poder comenzar a comunicar elocuentemente, con seguridad, con certeza, qué se siente, y qué representa la transformación. La analogía de la ‘oruga’ y de la ‘mariposa’ es en términos de la metamorfosis que uno experimenta de pronto como resultado de esa experiencia que ‘conocemos’ universalmente – lo pongo entre comillas porque pocos la han experimentado pero muchos han referido a ella – como la ‘Iluminación’.  Pero la Iluminación de por sí, llegué a comprender no es exactamente lo mismo para todas las tradiciones, lo es y no lo es a la vez, y eso es algo de lo cual voy a hablar también a continuación. De momento, volviendo a la pregunta, tengo que decir que antes de poder escribir sobre algo tan impactante o tan personal como mi Iluminación tuve que sentirme cómodo con ella. La oruga, el ser humano no-Iluminado, se mueve principalmente en dos dimensiones. La mariposa se desenvuelve principalmente en tres, y la experiencia de poder ‘volar’, desapegado de ese suelo que define la existencia de la oruga, es alucinante. Me ha llevado tiempo acostumbrarme a mis alas. La oruga por otro lado, puede escalar, cambiar de nivel, desafiar un poco esa tercera dimensión, pero está sujeto a la limitación de tener un contacto constante con los pies en el suelo.

¿EN QUÉ CONSISTE ESE SUELO EN EL QUE SE MANEJA LA ‘ORUGA’, O SEA EL SER HUMANO NO-ILUMINADO? O QUIZÁS, MEJOR PREGUNTA SERÍA, ¿EN QUÉ CONSISTE LA FUERZA DE LA GRAVEDAD QUE MANTIENE LA ORUGA ATADA A ÉL?
Los apegos en gran parte. Los apegos se manifiestan ambos en formas de miedos y de deseos, miedos y deseos que limitan y determinan no solamente sus acciones sino también sus mentes, sus imaginaciones. Los miedos y los deseos ambos constituyen apegos porque en realidad son dos caras de la misma moneda. Tenemos miedo de que Dios no exista porque deseamos que exista; tenemos miedo de que vamos a dejar de existir y deseamos ser inmortales – en ‘espíritu’ sino en cuerpo; etc., etc. Desear algo y temer no tenerlo son simplemente dos formas de expresar lo mismo – cuando se tratan de apegos, claro.

¿CUÁLES SON LOS APEGOS MÁS GRANDES?
Creo que es diferente para diferentes personas, pero en general tiene que ver con la muerte. Las personas generalmente tienen un pavor a dejar de existir como entidades, y en realidad la creencia en Dios, en un mundo sobrenatural surge principalmente de eso. Imagínate, por ejemplo, que Dios o los dioses, existiendo no pudieran hacer nada útil para uno. ¿Quién se molestaría en alabar a un dios o un santo que no pudiera concederle algún deseo? La respuesta es simple: Nadie. La creencia de los humanos en Dios o en los dioses en realidad es solamente el resultado de un interés propio. El ser humano es totalmente un egoísta interesado a la hora de adorar a sus dioses. Adoran a sus dioses como quien vota por un político: porque esperan resultados positivos para ellos. Dios, los dioses, los santos, etc., son una versión del genio de la lamparita, es todo – así es como uno lo ve como mariposa, como Iluminado, simplemente porque uno trasciende el apego – el miedo y el deseo – de pedir milagros, deseos, etc.  Aceptas incondicionalmente tu condición existencial de acuerdo a lo que tu mismo y tus habilidades pueden alterarla. La misma idea de solicitar ayuda a los dioses te parece repugnante, indigna, deshonorable, absurda – y cuesta a veces entender lo que sienten las orugas en ese aspecto. El apego a los dioses, el apego a su inmortalidad que se encuentra en el deseo de una vida después de la muerte, en verdad son todos derivados de otro apego mucho más fundamental: el deseo de que algo valide el significado de la vida. O sea, el ser humano por lo general, la oruga, no es capaz de dar significado propio a su vida, crear una moralidad, sin recurrir a una ‘autoridad superior’ que se la imponga o al menos que se la ofrezca. El Iluminado pasa de eso por completo. Él mismo es la ‘autoridad suprema’ del significado de su existencia. Eso también es parte de ser mariposa.  Entonces, el apego más grande para la oruga, para el ser humano no-Iluminado, es el recurrir a entes externos para dar significado a su existencia, para validar su sufrimiento, su dolor, su vejez, su pobreza, su enfermedad, sus pérdidas, y sobre todo su muerte. Esos apegos constituyen la tremenda fuerza de la gravedad que mantiene a la oruga aprisionada al suelo, al plano horizontal, y aunque trepe un poco nunca se libera de su condición de sometimiento a esa fuerza de gravedad, a la fuerza de gravedad del apego, del apego a una creencia que dé valor a los percances desagradables de su existencia.

MUY INTERESANTE, ¡PERO TE ME ESCAPAS DE NUEVO! ¿ESPECÍFICAMENTE, EN QUÉ CONSISTIÓ LA EXPERIENCIA DE TU ILUMINACIÓN, LA QUE TE TRANSFORMÓ EN MARIPOSA, Y CUALES FUERON LAS CIRCUNSTANCIAS O EL EVENTO QUE LA OCASIONÓ?
¡Rayos! ¡Me acorralas! Bueno, esto es algo largo de explicar pero es muy importante dar una respuesta comprehensiva. Para comenzar cabe entenderse, a modo de una explicación inicial, incompleta, pero para ayudarnos a comprender lo que sigue, en qué consiste la Iluminación. Brevemente consiste en una experiencia cumbre, y de efectos permanente – y esto es clave – que nos lleve a transcender, a modo de conocimiento íntimo, de sabiduría, que nuestra identidad personal no es independiente del resto de la vida, y del cosmos en general, que nos rodea. La mejor metáfora que he conocido y que empleo con mis alumnos y discípulos, es la de la ola en el mar. La Iluminación es aquella experiencia que nos lleva a reconocer, con todo lo que ello implica, que nuestra persona, física, mental y ‘espiritual’, no es más que una manifestación del Todo, del Tao, del Cosmos; somos solamente una manifestación particular, dinámica, no permanente, de moléculas y de energía que surge del Cosmos, y ya. Cuando nos muramos, nuestra energía y nuestra materia volverá al Todo y nuestra ‘individualidad aparente y temporal, volverá a ser Nada. Todo y Nada. Una vez que lo ‘sabes’ no de forma intelectual, sino de la misma forma que uno ‘sabe como sabe’ el café, o el azúcar, ya nada es igual en tu vida, y en particular no precisas dar un sentido, un significado a tu existencia, a tu dolor, a tus pérdidas, a tu mortalidad: y por lo tanto no precisas a Dios ni a los dioses, al contrario, te das cuenta de que la fe religiosa es el obstáculo más grande para lograr ese tipo de serenidad profunda, plena. Porque no hay serenidad comparable. La Iluminación es un estado de serenidad profunda desde la cual habrá ‘dolor’ pero no hay ‘sufrimiento’, hay ‘ocupación’ pero no ‘preocupación’. Eres verdaderamente libre. El significado de la vida simplemente ‘es’ y eso es más que suficiente. Los dioses se desvanecen por lo que son: creaciones humanas y no viceversa. Hay otros efectos de los que hablaré más adelante, pero en eso consiste a grosso modo. Claro, que de ahí, una vez alcanzada la Iluminación, tu propia ‘salvación’ del sufrimiento, te das cuenta de que has alcanzado tu primer propósito: liberarte tú. Ahora te toca el segundo – y si te parecía que el primero era difícil, ¡en comparación al segundo es cosa de niños! – ahora te toca establecer un camino para que otros logren lo mismo. 

¿Y MAMBA PARA TI ES ESE CAMINO?
Fíjate que MAMBA no es solamente el camino sino que fue el camino que yo mismo forjé para lograr mi propia Iluminación. No tuve, al igual que el Buda y que Miyamoto Musashi – el gran maestro iluminado de la espada japonesa y escritor del Go Rin no Sho, el “Libro de los Cinco Anillos” –  un maestro que me guiara, así que MAMBA fue creciendo y consolidándose a medida que yo mismo iba creciendo para lograr mi primer propósito que era mi propia Iluminación,  y luego continuó creciendo, transformándose, adaptándose, perfeccionándose a medida que entraba ya en el segundo gran propósito de mi vida: encaminar a otros a la Iluminación.

INTERESANTE, PERO NO RESPONDISTE A LA PREGUNTA ANTERIOR. TE LA VUELVO A REITERAR: ¿ESPECÍFICAMENTE, EN QUÉ CONSISTIÓ LA EXPERIENCIA DE TU ILUMINACIÓN, LA QUE TE TRANSFORMÓ EN MARIPOSA, Y CUÁLES FUERON LAS CIRCUNSTANCIAS O EL EVENTO QUE LA OCASIONÓ?
Bueno, la respuesta en breve es que no es algo que se logra por un sólo evento, es decir, se puede ocasionar por un solo evento, pero la preparación anterior es larga y ardua. En mi caso, ahora que estoy escribiendo las novelas autobiográficas “El Tao de Julio Wolf” y “La Bitácora del Capitán Wolf”, me doy cuenta de que fue una preparación a lo largo de toda una vida que fue la combinación de la educación y crianza de mis padres, la hostilidad social con la que me encontró, y la forma infatigable y obsesiva con la cual perseguí el conocimiento sobre la mente humana, sobre las tradiciones esotéricas orientales, sobre el misticismo, el chamanismo, la hipnosis, las religiones del mundo, las artes marciales, etc.  Mi conocimiento y por lo tanto curiosidad sobre el yoga y el budismo comienza a los seis años. Mi fascinación por la esotérica – brujas, vampiros, espíritus, etc. – comienza a los cuatro. Mi obsesión por las artes marciales comienza entre los seis y los siete. Mi práctica y estudio personal – “obsesiva”, como diría mi madre – del yoga comienza antes de los nueve. Pero también tuve una pasión por la naturaleza desde los cuatro años que me llevó a tener una visión del circulo de la vida, de que todo está relacionado. Nunca fui inculcado en la creencia en Dios o en los dioses, y me desentendí de ese apego antes de los doce años de seguro. La Iluminación como objetivo principal de la vida, aun con intermitente intensidad o presencia en mi mente consciente, comienza con mi estudio del yoga o quizás antes. Todo eso eran fundamentos sobre los cuales fui construyendo.

                Estudié de adulto el chamanismo, la tradición espiritual y esotérica más antigua del mundo, primero de forma teórica en mi primera tesis de maestría, publicando mi tesis en la revista antropológica internacional “Shaman”. Luego lo investigué en mi segunda tesis de maestría en ciencias neurocognitivas, publicando los resultados en la revista científica más prestigiosa del planeta dedicada al estudio y a la aplicación de la ‘imaginería’: la “Journal of Mental Imagery”, y además publiqué el primer artículo a nivel académico que especificaba los vínculos exactos entre el trance chamánico y el hipnótico – artículo por el cuál recibí un reconocimiento internacional. Practiqué el chamanismo personalmente bajo la tutela del antropólogo Michael Harner, fundador de la organización mundial “Foundation for Shamanic Studies”. Me certifiqué múltiples veces en hipnosis clínica y médica, y comprobé en pacientes, sujetos de laboratorio, en voluntarios, y en mí mismo, que todos los estados experienciales propios de los místicos y de los chamanes – metamorfosis animal, vidas pasadas, y hasta estados elementales como ser un liquido o un gas – que no se puedan ocasionar, reproducir, inducir bajo hipnosis o autohipnosis. Visité a un colega neurocientífico en Canadá, Michael Persinger, quien había, con pulsaciones electromagnéticas al cerebro, inducido experiencias de secuestros con extraterrestres; encuentros con vírgenes, santos, demonios, con Jesús, el Buda y Moisés; etc., etc., etc., en miles y miles de sujetos en su laboratorio en la Laurentian University en Sudbury, Ontario.   No había que recurrir, por lo tanto, a explicaciones sobrenaturales en absoluto para estas experiencias universales, eran ‘simplemente’ cuestiones de la dinámica del cerebro y expresadas en la mente. Todo eso contribuyó. Estudie enseñé varios cursos a nivel universitario en los EE.UU. sobre las religiones del mundo y hasta creé e impartí mi propio curso sobre la psicología de las religiones del mundo, basándome en gran parte sobre mis propias investigaciones y las de colegas neurocientíficos. Eso también contribuyó muchísimo. Estudié un doctorado en psicología clínica que me hizo entender la mente desde la perspectiva de sus disfunciones – eso me llevó a entender, lo que luego ensenaría en mi curso: que la religión era simplemente la imaginación tratando de resolver el problema que la imaginación ocasiona en la existencia humana, un apego para encontrar un sentido a la misma. Sin imaginación no habría religión ni espiritualidad en gran parte porque no habría un impulso emocional hacia la misma, y por otra parte porque no habría una necesidad tan enorme para responder a preguntas existenciales porque no habría la capacidad tampoco para hacerlas. La capacidad de hacer las preguntas sobre el significado de la vida y el impulso de encontrar las respuestas son dos caras de la misma moneda – de una moneda llamada “la imaginación humana”. Todo eso viene a formar parte del contexto antes del evento que llevaría a mi Iluminación.

VAMOS ATERRIZANDO. ¿Y CUÁL FUE O CUÁLES FUERON LOS EVENTOS ESPECÍFICOS QUE OCASIONARON ESTA EXPERIENCIA Y EN QUÉ CONSISTIÓ EXACTAMENTE?
Varias circunstancias y un evento, todos simultáneos, yo creo. La violación de mi hijo de cinco años de edad bajo la custodia y el supuesto cuidado de su madre, mi ex-esposa y la injusticia, el racismo, la descarada indiferencia de los tribunales americanos con respecto a la tragedia de mi hijo junto con mi sensación de impotencia para poderle proteger ocasionaron una explosión en mi que desencadenó repentinamente en un tumor maligno en mi colon.

                De ahí pasé no solamente a tener que lidiar con una batalla externa y sin cuartel por la custodia por mis dos hijos pequeños contra las cortes americanas y los abogados de mi ex-esposa, sino que entré en una batalla de vida o muerte – o vida pero con discapacidad permanente – con un enemigo interno.   Creo que aquí podemos observar un derrumbamiento de dos apegos críticos de mi identidad en ese momento: el ser padre y el ser atleta. Morir no preocupaba en lo más mínimo – por mí mismo – el apego a la vida ya lo había trascendido.  Cuando recibí la noticia inicial de que mi cáncer era seguramente terminal fue por teléfono. Mi hijo estaba presente sentado delante de mí al otro lado de la mesa. Él sabía de qué trataba la llamada y sus ojos no variaban para nada de mi expresión. Cuando terminé de hablar y colgué el teléfono me preguntó que qué había dicho el médico, cuando se lo digo recalcó que mi expresión era de ligero fastidio como quien acaba de oír que se equivocaron con su pedido en un restaurante y va tener que esperar un ratito más para recibir su orden. Le contesté, “Bien. ¡Así ha de ser!” Eso fue en mayo del 2007. La Iluminación no me llegaría hasta octubre o noviembre del mismo año.

ASÍ QUE UNA BATALLA CONTRA EL CÁNCER OCASIONADO POR LAS EMOCIONES AL SABER SU HIJO VIOLADO SEXUALMENTE, Y OTRA CONTRA LOS TRIBUNALES Y LOS ABOGADOS POR LA CUSTODIA DE SUS HIJOS. ¿ESO FUE EL CONTEXTO? ¿Y EL EVENTO ESPECÍFICO? ¿QUE TRANSCURRIRÍA ENTRE MAYO Y OCTUBRE O NOVIEMBRE?
¡Ja ja ja ja! Pues de lo más dramático fue el tratamiento de radiación combinado con al quimioterapia. Resumiendo, la radiación literalmente quema el tumor para encogerlo, pero el tejido alrededor no queda intacto. En este caso es el tejido del recto. Cuando comencé el tratamiento, que fue diario durante varias semanas, me avisó el técnico que a los pocos días sentiría como si me estuvieran metiendo “un hierro candente por el culo” – palabras textuales suyas. Pensé que exageraba – hasta que lo experimenté en carne propia. Para empeorar la situación, la quimioterapia, que era constante mediante un dispositivo que me conectaba directamente a una bomba de “veneno”, causa diarrea, con evacuaciones líquidas de hasta seis a siete o más veces al día. Pues cuando ese líquido se encontraba con las extensas quemaduras causadas por la radiación el dolor era inimaginable – en toda mi vida, antes y después, de lesiones, fracturas, quemaduras, torceduras, contusiones, dislocaciones, hasta golpes en los ojos y testículos, nunca había experimentado dolor comparable. No sabía que el cuerpo humano era capaz de registrar tanto dolor. Devastado en cuerpo y mente por el dolor y por la quimioterapia no pude formular una estrategia viable para lidiar con ese grado de dolor. Había creado, antes de entrar en el tratamiento, unos CDs de autohipnosis – empleando mi técnica de “Hipno-Chamanismo” para lidiar con el tremendo dolor del tumor que me irradiaba a los testículos, para fortalecer mi propia aportación inmunológica a la batalla contra el cáncer, y para contrarrestar los efectos de la quimioterapia, pero no para lidiar con este dolor tan intenso. En el hospital me dieron analgésicos – vicodín, hidrocodona, oxycodone, y morfina – ya que había hasta perdido el conocimiento del dolor. Comenzaron las alucinaciones – pero el dolor nunca se fue del todo. Estaba solo con mi dolor y nada ni nadie me podrían ayudar. Llegué a entender plenamente las palabras del chaman esquimal Igjugarjuk cuando dijo: "La única sabiduría verdadera reside lejos de la humanidad, en la gran soledad, y sólo puede ser alcanzada a través del sufrimiento. Solamente la privación y el sufrimiento pueden abrir la mente de un hombre a todo lo que está oculto a los demás." En una de mis alucinaciones oí una voz y sentí una gran presencia que me decía que si solamente aceptaba a Dios como mi señor y salvador que todo se me devolvería mi salud, mis hijos y que el dolor no seria más que un recuerdo. Lo mandé al carajo. La voz no entendía y le expliqué que aunque fuera real jamás me sometería a la esclavitud de un ente tan inmoral y malvado, que de tener el poder de eliminar el sufrimiento en el mundo permitiera tanto. Me dijo que por qué no, que “Nadie lo sabría” a lo que respondí, “¡Yo lo sabría!” Fue la suma afirmación de mi ateísmo, ya que, aun bajo las peores circunstancias no me dejaría tentar por tal indigno pensamiento. Pero es no fue mi Iluminación. Aún seguía sufriendo más allá del dolor.

DICES QUE SUFRÍAS “MÁS ALLÁ DEL DOLOR” ¿A QUÉ TE REFIERES Y CUÁL FUE LA EXPERIENCIA A LA CUAL TU LLAMAS LA “ILUMINACIÓN”, ESPECÍFICAMENTE?
Sufrí una tremenda depresión clínica durante ese tiempo y batallaba con ella. Por mi entrenamiento en psicología clínica sabía que era ocasionada por el desbalance químico en mi cerebro ocasionado por la quimio, el trauma repetido del dolor, y por los analgésicos, pero seguía siendo una depresión. La experiencia específica que considero mi Iluminación me llegó en uno de esos ataques de dolor provocado por la diarrea de la quimio y la quemadura de la radiación. Estaba gritando de dolor y de pronto me aparecieron una serie de imágenes de animales, de insectos, de plantas y de caras de personas de todas las razas, de todas las edades y de todas las especies imaginables, y todas, en sus respectivos silencios, gritaban el mismo grito de dolor insoportable que estaba emitiendo yo. De todas las imágenes que vi, dos me resaltaron en la mente, dos conseguí recordar sobre todo. Una, la de un chamán aborigen, viejo, con su piel oscura, su pelo canoso y su cara llena de arrugas. Él, o más bien su imagen sobresalió por encima de todas las demás y me trajo a la mente, inmediatamente todo el conocimiento que había adquirido y transmitido sobre la naturaleza de la condición humana, era como si el Gran Sabio de mi interior me hubiera hecho tomar consciencia de todo lo que sabía y que debía tener presente en esos momentos. Finalmente, la última imagen, fue la de un saltamontes posado tranquilamente sobre una hoja de hierba en un campo abierto. El viento soplaba levemente y el sol lucía cálido y sereno en una mañana hermosa y resplandeciente; el saltamontes, tranquilo también gritaba silenciosamente el dolor de su existencia. Sentí una tremenda empatía por todo ser vivo, ya que sentí, simultáneamente, el dolor de todos ellos; su dolor, el dolor de todos los seres vivos juntos, habidos y por haber, era mi dolor. Esa gran y profunda empatía sigue presente en mí en todo momento y en todo lugar – es decir, que a pesar de que la estupidez de las personas me llegue a hartar y me tenga que alejar de ellos no dejo de sentir una tremenda empatía por su condición.  Sentí, que todo ser vivo era uno y que todos compartíamos en el dolor de la maravilla que es la vida. Supe también que el dolor es inevitable, pero que el sufrimiento emocional que a menudo lo acompaña es innecesario y creado por nuestros esquemas y apegos. La transformación estaba completa. Ya no había vuelta atrás. Nunca me ha quedado la menor duda de que fue el resultado de procesos cerebro-mentales, pero el significado, el impacto era, y es real. He escrito muchas poesías al respecto.

ESCOGE UNA DE TODAS ESAS POESÍAS.

El secreto de la mariposa de "Tiempos de Miakoda" por Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra
Y cuando desperté de esa humana pesadilla
Ante la maravilla de un nuevo portal
Renací de esa muerte ya otro
No hombre, sino inmortal.

He Dicho. Así Es. Y Así Fue.


SEGUNDA PARTE {ANOTACIÓN No. 111}
TENEMOS MÁS PREGUNTAS. MENCIONASTE UN PAR DE COSAS, IMPLÍCITA O IMPLÍCITAMENTE EN LA PRIMERA ENTREVISTA SOBRE QUE NO TODOS LOS MISTICISMOS SON IGUALES Y QUE LA EXPERIENCIA MÍSTICA DE POR SI NO EQUIVALE A LA ILUMINACIÓN. ¿PODRÍAS EXPLICAR ESO?
¡Wow! ¡Recomienzas fuerte! Bueno, es cierto, no todas las experiencias místicas son equivalentes. Para comenzar entendamos lo que significa una experiencia mística. El misticismo es la experiencia de unión con la ‘Última Realidad’ o la ‘Máxima Verdad’ de una tradición religiosa o espiritual. Cada tradición tiene un concepto diferente de la ‘Última Realidad’ así que la experiencia mística de cada una va a ser diferente. No se puede tener una experiencia mística sin poseer un concepto correspondiente de la ‘Última Realidad’, por lo tanto el misticismo requiere instrucción, aprendizaje, estudio, conocimiento previo, para llegar a un entendimiento intelectual e intuitivo de esta Última Realidad, y luego disciplina, método, práctica para llegar a la unión con esa Última Realidad.  De ahí que el mero consumo de drogas psicodélicas no logra el propósito deseado – al menos que formen parte de una tradición que ofrezca forma y contenido a la experiencia.

¿PERO TÚ NUNCA HAS EXPERIMENTADO CON DROGAS PSICODÉLICAS?
Nunca, para nada, como acabo de explicar su uso fuera del contexto de una tradición se convierte en una mera perversión propia de nuestra cultura occidental que quiere “balas de plata” – o sea, soluciones rápidas y sin el esfuerzo de la dedicación, de la disciplina, de la perseverancia. He estudiado su uso y lo que es más, la neuro-farmacología tras sus efectos y sin excepciones son peligrosas para el cerebro y la mente. Sin un largo periodo de aprendizaje dentro de la cultura que practica el uso de cada alucinógeno específico el uso de drogas para alcanzar “estados alterados de consciencia” no deja de ser una pura aberración que jamás va a proporcionar más que una adicción e incluso daño cerebral permanente como en el caso del LSD. No hay atajos. Hay que llevar a cabo un proceso de estudio y disciplina, de formación completa bajo alguien que sepa la que está haciendo y aún bajo esas circunstancias el uso de alucinógenos es peligroso. Incluso en las culturas en las que se emplea bajo contexto ritual los resultados se consideran muy arriesgados y son inferiores, en cuanto al propósito deseado, a aquellos que se obtienen bajo trance chamánico sin drogas.

CONTINÚA SOBRE EL MISTICISMO Y LA NATURALEZA DE LA ILUMINACIÓN.
Vale. Comencemos por el oriente, luego pasaremos al chamanismo – generalmente hablando – y de ahí misticismo del occidente que es algo más complicado en ciertos aspectos. La experiencia mística del extremo oriente la es la denominada Iluminación propiamente dicha – tal y como yo la defino – puesto que el resultado es la experiencia que derrumba el sentido subjetivo del ‘yo’ y establece la unión, la fusión de ese ‘yo’ con el ‘todo’, con la Última Realidad. Pero aquí comienzan las divergencias puesto que no todos entienden ese ‘todo’, esa Última Realidad, ni ese ‘yo’ de la misma forma. El budismo propone “anatman”, es decir, “no alma” – la premisa central de que el ‘yo’ – o lo que la gente experimenta como su identidad personal – es una ilusión. Esa es la Última Realidad del budismo, llegar a experimentar, ‘saber’ mediante la experiencia misma, que el ‘yo’ es solamente una ilusión, una fabricación de los sentidos. Si el Buda hubiera tenido el beneficio de las neurociencias cognitivas (las ciencias que estudian las bases fisiológicas de todos los procesos mentales, tanto cognitivas como emocionales) hubiera estado en la gloria, porque las neurociencias confirman, científicamente, esa posición: ¡científicamente el ‘yo’ es una ilusión que crea la mente-cerebro! Pero me voy a calmar y prosigo. Para el budismo el ‘yo’ no es algo permanente, sino que va variando – como todo lo demás en el universo – de un instante a otro de igual manera que un río nunca contiene las mismas aguas de un instante a otro; por conveniencia nos referimos al río por el mismo nombre, pero ni el contenido del río es el mismo, ni el cauce del río tampoco es invariable: todo cambia, nada permanece. “Lo único que permanece es el cambio” es un axioma del budismo. Las ciencias nos confirman que es así: puesto que todo en el universo es materia y/o energía y la materia y la energía se basa en movimiento, en cambio, nada en el universo es estático, todo cambio. El budismo, y la ciencia por lo tanto, no aceptan la idea de un ser o estado perfecto porque algo perfecto no podría cambiar. ¿Conclusión? El Dios del judaísmo, cristianismo, e Islam no puede existir, de hecho la idea de Dios siempre cambia, y siempre ha cambiado con el tiempo y hasta en la Biblia cambia,  pero bueno, ya llegaremos a eso. ¿Por dónde iba?

IBAS POR UNA EXPLICACIÓN DEL MISTICISMO ORIENTAL Y LA ILUMINACIÓN.
¡Ah si! ¡Gracias! Todo cambia y lo mismo sucede con el ‘yo’ y por lo tanto, puesto que no hay nada permanente en todo el universo y el concepto del alma es algo permanente que perdura después de la muerte, pues en realidad, nos enseña el budismo, el ‘alma’ en el sentido que lo maneja el hinduismo y el catolicismo por ejemplo, tampoco existe. El ‘alma’ o el ‘atman’ es una ilusión, un auto-engaño que surge del deseo de permanencia y por lo tanto el primer gran apego del ser humano. Entonces, para el budista la Iluminación resulta en una experiencia transformadora en la cual “le cae la gran ficha” de que el ‘yo’ es una ilusión y que la distinción ‘yo’ y ‘otro’, es decir, ‘yo’ y ‘lo demás’, o ‘yo’ y ‘el todo’ no existe. En el budismo Zen se llama “satori” en el resto del budismo lo llaman “nirvana”. El ‘yo’ = ‘nada’. Pero el budista, o al menos muchas escuelas del budismo, creen en la rencarnación, entonces según sus creencias cuando se consigue el nirvana o el satori ya no hay rencarnación, es decir, se sale uno del ciclo de samsara o de innumerables rencarnaciones. El propósito de la vida es precisamente llegar a ser un Iluminado para no volver a encarnarse y poner un fin al infinito sufrimiento y dolor de la existencia que viene con cada nueva vida. La rencarnación es una idea que culturalmente adoptan los budistas del hinduismo.

                Eso era el budismo. En el hinduismo es algo diferente. El concepto del ‘yo’ es el ‘atman’, que se refiere al alma indestructible. Para el hindú la iluminación, llamada también “nirvana” o “moksha” – “extinción”, por el cese del deseo, del apego, y por también por el escape del ciclo de samsara. Entonces, para el hindú, o sea, el yogui, la Iluminación es la experiencia mística que le lleva a uno darse cuenta de que su atman, su ‘yo’ permanente, es igual o una parte integral del ‘todo’ o lo que ellos llaman ‘Brahman’ – su ‘Última Realidad’ – mediante la ecuación experiencial de ‘atman’ = ‘Brahman’ o ‘yo’ = ‘Última Realidad’. Esto es de alguna forma igual al budismo pero de otra todo lo contrario.

                Ambos, budismo e hinduismo, maneja el concepto de ‘maya’ o ilusión, pero para el budismo la máxima ilusión es la de la existencia del ‘atman’, del alma inmortal, para el hindú la ilusión es no saber, experiencialmente, vivencialmente, que el atman es parte del Brahman, de su Última Realidad. El budista llega a la realización de que el ‘yo’ es una ilusión porque el ‘atman’ no existe, o sea, el ‘atman’ (el ‘yo’) = ‘nada’, y por lo tanto, parte del ‘todo’, y esa realización es su Última Realidad’. El hindú mientras llega a la conclusión de que el ‘atman’ (el ‘yo’) = ‘todo’, reforzando conceptos culturales de la existencia de un alma permanente pero que ese ‘yo’ permanente no es sino una parte íntegra del ‘todo’. En ambos casos la experiencia mística, la iluminación, causa un rompimiento de las barreras que separan el ‘yo’ y ‘lo demás’ pero mientras que el budista se queda con que no hay nada permanente en el universo (ni siquiera los dioses o un Dios), el hindú se queda con que su ‘yo’ es inmortal e indestructible. En términos prácticos es mucho más difícil, sino imposible, que el hindú logre su Iluminación, su ‘nirvana’, su ‘moksha’, porque al creer en ‘atman’ solamente refuerza ideas que suponen barreras mentales entre el yo y lo ‘otro’, lo ‘demás’. De ahí que el Siddhartha Gautama abandonara las prácticas hindúes (aunque en aquellos tiempos no se conocían como ‘hindúes’ propiamente hablando, pero eran formas de yoga) y buscara su propio camino a la Iluminación reparando en ese detalle de que todo en el universo cambia y que no existe la permanencia y por lo tanto tampoco el ‘atman’ o alma inmortal, invariante, indestructible, que afirma el hinduismo.

                Ambos, el hinduismo y el budismo, causan problemas para su propia creencia en el concepto de la rencarnación pero de formas opuestas. Si, según el budismo, el ‘yo’ no existe, ¿entonces qué es lo que se rencarna si es que no obtiene el nirvana? Y si para el hindú el ‘yo’ es indestructible, ¿entonces, cómo se escapa del ciclo de la rencarnación aun obteniendo el nirvana? Je je je. Son inconsistencias en sus paradigmas que nunca logran resolver de forma convincente. El problema en ambos casos es que las dos teorías tuvieron que acomodarse a las creencias culturales (religiosas) de la India, de donde surgen y en donde la rencarnación está firmemente establecida como la causa justificadora de la tremenda disparidad socioeconómica, y del sistema de castas.

                Pero el punto es que uno se conecta al final con el ‘todo’ en una experiencia transformadora que cambia su esencia espiritual y existencial para siempre – ambos concuerdan con eso. Como dije antes, ciertamente las neurociencias apoyan al budismo al afirmar que el ‘yo’ que experimentamos continuamente no es sino una ilusión que crea la mente-cerebro y que experimentamos en la forma de la mente consciente – pero eso es un punto y aparte. Para el budismo la fijación en que el ‘yo’ es ‘real’ es un apego y el peor de todos puesto que en base a eso surgen los demás apegos – el deseo y el miedo – y por lo tanto el sufrimiento. Deseamos que el ‘yo’, el alma’ sea real porque tenemos miedo de dejar de existir. Pero ahora estamos entrando en cuestiones de la filosofía de cada uno. De todas las religiones del mundo, el budismo es único que enseña la ilusión del alma. MAMBA comparte esta perspectiva con el budismo, pero no compartimos la idea de la rencarnación, ni mucho menos de dimensiones ultraterrestres que profesan muchas escuelas del budismo.

                Para el chamanismo la equivalencia a una experiencia mística vendría en experimentarse de varias maneras y como resultado de la metamorfosis propia del trance chamánico. Las diferentes metamorfosis servirían para realzar la idea, propia de la ‘Perspectiva Chamánica’ (como la vine a denominar en mi primera tesis) o del paradigma chamánico de que todos formamos parte del ciclo interminable de la vida, de la naturaleza misma, o del cosmos – la tierra, las estrellas, la luna, etc.  Pero dependiendo de la tradición cultural a la cual pertenece, el chamanismo cree en una o más almas. Hablar del chamanismo salvo en términos más generales es difícil por las disparidades culturales. De nuevo, no obstante, llegamos a ‘yo’ = parte del ‘todo’. La Última Realidad del chamanismo es la naturaleza, el cosmos, el cual incluye una dimensión espiritual – de ahí vienen las nociones comunes al cristianismo y al Islam del cielo y del infierno. Pero con el chamanismo la integridad del ‘yo’ permanece presente, aunque ese ‘yo’ no se considera independiente del ‘todo’ y de lo ‘demás’.

                Llegando al misticismo judío, católico (el protestantismo carece de tradición mística) e islámico vemos puntos en común entre todos. Para el judío, el católico y el musulmán la ‘Última Realidad’ es Dios. Pero Dios para la tradición monoteísta (el judaísmo, el cristianismo, y el Islam son monoteístas porque creen en un solo Dios), es aparte de su Creación, es decir, para lo judíos, los cristianos (protestantes, católicos y ortodoxos), su Dios existe aparte de la tierra, los seres vivos, y el cosmos entero: es un Dios alienado del cosmos no integrado con el mismo. Aquí radica la gran parte de la profunda alienación del creyente monoteísta con respecto al mundo y al resto de los seres vivos puesto que, al contrario de las demás tradiciones religiosas que ubican la ‘Última Realidad’ en algo terrenal tanto él, en algo que abarca el planeta y todos los seres en él, las religiones monoteístas son enajenadoras para sus creyentes porque la Última Realidad para ellos es, o bien un Dios que existe aparte de “su creación” – o sea, del universo y de todo lo que hay en él –  o bien su Última Realidad es el “Edén” o el “Paraíso” que también existe aparte del universo y de todo lo que hay en él. De todos modos la experiencia mística del monoteísta solo afirma su estado de enajenación en el universo y solamente ‘de paso’ en esta Tierra, como su Dios, son ajenos a este mundo. Fijémonos, por ejemplo, en la poesía mística de Santa Teresa de Ávila, de su famosísima poesía, “Vivo sin vivir en mí”:

Santa Teresa de Ávila  (1515-1582)

Vivo sin vivir en mí

Vivo sin vivir en mí,
y de tal manera espero,*
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor;           5
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
que muero porque no muero.           10

Esta divina prisión
del amor con que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión             15
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros           20
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga           25
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga.
Quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,             30
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo, el vivir
me asegura mi esperanza.             35
Muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte,
vida, no me seas molesta;            40
mira que sólo te resta,
para ganarte, perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero,
que muero porque no muero.           45

Aquella vida de arriba
es la vida verdadera;
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva.
Muerte, no me seas esquiva;          50
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios, que vive en mí,
si no es el perderte a ti            55
para mejor a Él gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.

* Versión alternativa: "y tan alta vida espero"


No es exactamente una persona feliz con la vida. De hecho solamente espera la “dulce muerte” para escapar de la esta “vida tan amarga”. Esta poesía se considera ampliamente la máxima expresión del misticismo católico (y por lo tanto del cristianismo). En ella se ven todos los aspectos de la ‘humildad’ católica; y también de la autocompasión, auto-lástima o autoconmiseración propias e inherente de la fe en Cristo, de la devoción a un Dios víctima; se ve el desprecio relativo de la vida a favor de la presencia eterna con Dios en la muerte; se ve la devoción al martirio propia de la fe cristiana – lógico si el gran inspirador de la religión fue el gran sacrificado mártir; etc. Es el resultado completo de la ideología del cristianismo y de su creencia en un Dios, mártir, resignado. No se ve un amor a Dios sino un apego patológico hacia Él, pero por supuesto el tipo de apego que Dios fomenta entre sus creyentes. Como dijo Nietzsche: “no me puede fiar de un Dios que requiere ser siempre alabado”.
               
                Con lo religiosa que es la cultura latina, ¿nos extrañamos que el Tercer mundo sea tan patético como es? En el amor el latino con frecuencia no distingue entre una dedicación que requiere el sacrificio del deber y el apego a la emoción por temor a la ausencia, a la pérdida – de ahí que el latino, y el creyente, habla de estupideces como el ‘amor incondicional’. Aquí con Santa Teresa de Ávila (o de Jesús que también de la conoce), vemos la miserable existencia y el tremendo sufrimiento por el deseo de continua indefinidamente su unión mística con el ‘amado Dios’. El latino muestra exactamente la misma actitud con respecto a la unión romántica con algún amante humano (hombre o mujer), a través del cual espera obtener una felicidad divina, el paraíso en vida, mediante ese amor perfecto. El resultado de tal auto-decepción es la gran desilusión que inevitablemente prosigue. Patético la verdad; pero la esencia de nuestra cultura latina con sus raíces en las creencias católicas y en su fe cristiana genera estas mismas, y otras muchas, consecuencias. Aquí, con la poesía de Santa Teresa de Ávila, vemos el resultado de la máxima experiencia con (la idea de) Dios: la unión mística con Él, es decir, la unión mística con la Última Realidad. ¿Dónde está la serenidad mental, la tranquilidad espiritual, la harmonía interior que trae consigo esa experiencia mística? No existe. El misticismo religioso del mundo occidental no puede traer consigo la Iluminación propia del budismo, por ejemplo.

                Como vemos el misticismo de Santa Teresa de Ávila es todo lo contrario a una Iluminación budista o hindú (o a la Iluminación o ‘Gran Entendimiento’ MAMBA) que trae la paz y la serenidad máxima a la vida. Además, la experiencia mística del cristiano, del judío, del musulmán es transitoria porque depende de su relación con un ente con voluntad propia, y la experiencia misma por lo tanto, está sujeta a la disposición del mismo – y la disposición de Dios, como sabemos, es “inescrutable”. Es decir, resulta una experiencia transitoria, como un ‘viaje’ narcótico: no produce una solución permanente al problema existencial del ser humano. Por eso mismo las religiones monoteístas tendrán su tradición mística pero no logran alcanzar una Iluminación. Su misma tradición mística es un tormento constante para el que la vive porque su unión con su Dios solamente es momentáneo – el resto del tiempo se lo pasan como un drogadicto buscando su nueva dosis. Compara “Vivo sin vivir en mí” con mi poesía, “Soy el todo, soy la nada – Reloaded”:

Soy el Todo, soy la Nada – RELOADED
3 de agosto, 2012

Soy…
Soy el dolor en la zancada
Soy el sudor que me empapa
El calor que me atrapa
Y el sol que me castiga
Soy el viento que hostiga
Soy… el polvo que me invita y afronta
El desafío que me reta
Soy el camino y la meta
Soy presa y manada
Soy el todo
Soy la nada

Soy…
Soy el arco que se tensa
Soy la flecha que cobra vida
Y el espacio que se estrecha
Soy el blanco enrojecido
Soy el herido que expira
Y la sangre que transpira
Hacia la muerte anunciada
Soy el toro de lidia
Soy la espada que lo acaba
Soy el todo
Soy la nada

Soy…
Soy la punta de la daga
Soy la mano que la empuña
Soy la misma estocada
Soy la piel, la carne penetrada
Soy la agonía de la herida
Soy la amante querida que llora desconsolada
Soy la mirada de asombro
Ante la batalla perdida
Soy la despedida, la sonrisa de victoria
Soy la gloria de la despachada
Soy el todo
Soy la nada

Soy…
Soy la llama caliente
Y la carne que siente el calor
Soy el ardor de la picada
Soy el escorpión y su aguijón
Soy el verso
Y la inspiración del poeta
Soy el espíritu de la guerra
Soy la desgracia que conlleva
Soy el arrojo que la provoca
Soy lo que el amante toca
Sin que le llegue el abrazo
Soy… los de abajo
Soy su miseria
Soy la fantasía de la escapada
Soy el todo
Soy la nada

Soy…
Soy la inocencia perdida
Soy la mordida que te cuesta
Seguir por tu camino.
Soy el olor del barrio en la calle
Soy el estalle en la noche
Del gatillo apretado
Soy la conciencia tranquila del vengado
Soy la desesperación en su retirada
Soy la nevada en la noche serena
Soy la luna
Soy el grito de silencio
Del alma atormentada
Soy la isla, el mar
La cima y la hondada
Soy el todo
Soy la nada

Soy…
Soy el azote del látigo
La cadena cargada
Soy la marcha forzada
Soy el relincho del mustango
Y el fango en el que caí
Soy el ascenso hasta la altura
Soy la cordura que cedí por el sendero
Soy las botas que marcan el camino
Soy mi destino
Soy la impresión de la mano
En la cueva que exalta su existencia
Desde el olvido de la prehistoria,
Soy la memoria del primero beso
Que aun no recibo.

Soy las alas rotas de la Monarca
Que por momentos me acompaña,
Negra y anaranjada.
Soy la zancada que me duele
Soy el tiempo que se agota
Soy la gota de sudor que me traza
El infinito en la frente
Soy el secreto irreverente
de la vida que inspiro
Soy la muerte latente
Que me espera acechada.

Soy todo lo que soy;
y aun siendo el Todo
Soy… la Nada.


Por Shodai Sennin J.A. Overton-Guerra

O que tal esta:

Jamás me comprenderás
(24 de julio de 2012)

Mirándome… jamás me verás,
Soy el vacío de un caos colmado de nueva armonía

Escuchándome… jamás me oirás,
Soy el estrepitoso silencio de una prodigiosa melodía

Palpándome… jamás me sentirás,
Soy el impulso intangible que rinde al aire en huracán o en leve brisa

Tratándome… jamás me conocerás,
Soy la paradoja que el sabio esconde en su sonrisa.

Aguardándome… jamás me alcanzarás,
Soy la verdad irreprimible que desarma y atropella.

Juzgándome… jamás me comprenderás,
Soy la opacidad que revela la luz de esa inefable estrella.


Por Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

                Al contrario que toda la tradición mística convencional, El “misticismo MAMBA” no está en contradicción con las ciencias modernas, sino todo lo contrario. MAMBA lleva al ser humano a una reconciliación espiritual con los descubrimientos y con las verdades de todas las ciencias.

DICES QUE TUVISTE EXPERIENCIAS CHAMÁNICAS PERO QUE NO TUVISTE UNA ILUMINACIÓN PROPIAMENTE DICHA HASTA EL EPISODIO QUE DESCRIBISTE CON LA IMAGEN DEL CHAMÁN ABORIGEN Y DEL SALTAMONTES. YA QUE TUS CREENCIAS FUNDAMENTALES NO VARIARON, ¿QUÉ TE APORTÓ ESA EXPERIENCIA QUE FUE TAN REVELADORA PARA TI?
La persona que fuma, por ejemplo, ‘sabe’ a nivel intelectual que el tabaco causa cáncer. ¿Sí? ¿Pero de ‘verdad’ lo sabe? Hasta que no tiene el cáncer no lo sabe – aunque sea médico oncólogo. No es lo mismo tener conocimiento teórico a tener conocimiento empírico directo, vivencial, experiencial. Eso hace toda la diferencia. Sufrí, en esos momentos inefables, el dolor y el sufrimiento insufrible de innumerables seres de todas las especies imaginables del planeta y aunque fuera, obviamente, una alucinación inducida por el dolor que ya experimentaba y los analgésicos y las demás productos farmacológicos con los que me medicaban, la experiencial – igual que una pesadilla – era ‘real’ en la potencia de su mensaje, de su mensaje existencial, trascendental.

¿Y CUÁL FUE ESE MENSAJE?
En el dolor que es inevitable en la vida todos los seres vivos somos uno solo, una manifestación de la Vida misma. Soy diferente a los demás seres humanos, y todos los seres humanos somos diferentes a los gorriones, las abejas, las serpientes, los delfines, etc., etc., pero solamente somos manifestaciones temporales de un todo que es primero el conjunto de toda la vida en el planeta, y luego el planeta, y luego el cosmos. Nuestra individualidad es una ilusión, es la ‘nada’, porque nuestra realidad es el ‘todo’ – somos ‘todo’ y somos ‘nada’. Para MAMBA la Iluminación se denomina el Gran Entendimiento, y así lo expreso en las siguientes poesías:

“El Gran Entendimiento del Sennin”, 2010

No tengo futuro ni pasado, hago de mi Visión mi futuro y mi pasado.
No tengo tiempo, hago del inexorable momento mí tiempo.
No tengo estrategia, hago del Tao de mi enemigo mi estrategia.
No tengo enemigos: la ignorancia, la apatía y la soberbia son mis enemigos.
No tengo cuerpo, hago de las Seis* Esferas mi cuerpo.
No tengo espíritu, hago de mi cuerpo y de mi mente en acción mi espíritu.
No tengo mente, hago del agua y de la luna mi mente.
No tengo ser; hago del Tao de MAMBA y de mi disciplina mi ser.
No tengo religión; hago de mi compasión mi religión.
No tengo victoria, hago de la abnegación total mi victoria.
No tengo derrota, hago de mi gran ocaso mi derrota.
No tengo guerra, hago de la condición existencial mi guerra.
No tengo paz, hago de la Misión la paz.
No tengo inspiración, hago de la perseverancia mi inspiración.
No tengo ilusiones, hago de mi Iluminación mi ilusión.
No tengo intención, hago de mi deber mi intención.
No tengo principio: de la nada vengo y a la nada voy; la nada es mi esencia y mi destino;
No tengo fin: del Tao vengo y al Tao voy; el Tao es mi esencia y mi destino.

El ojo que se ve;
El filo que se corta:
No preciso escudo.

*Recientemente actualizado de Cinco Esferas a Seis.

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra


El Gran Agradecimiento:
(Octubre 2010)

A nadie en particular, a la benigna indiferencia del Cosmos, a los amigos y familiares que me apoyaron en mis momentos de necesidad, a los ancestros que sobrevivieron las innumerables durezas para que yo tuviera ocasión de ser,

Agradezco a la oportunidad y al Gran Entendimiento que me llevaron a crear mi Misión, y a la fuerza, la circunstancia y la convicción que me permitieron desempeñarla.

Agradezco al Gran Entendimiento por haberme guiado por el sendero recto y estrecho a través de todos los muchos obstáculos en mi camino, y por haberme mantenido resoluto cuando todo a mí alrededor parecía perdido.

Agradezco al Gran Entendimiento por la protección interior que me otorgó y por la clarividencia que me ofreció para ver los muchos signos aún en la oscuridad del camino.

Agradezco al Gran Entendimiento por cualquier bien que haya hecho y pido perdón a todo aquel ser que le haya lastimado – no fue mi intención. Doy gracias al Azar de la Decisión, y al Azar de la Ocasión, por las amistades que tuve; espero que su encuentro conmigo haya sido de aún mayor beneficio para ellos que lo fue para mí.

Agradezco al Tiempo que se acaba por el descanso que he logrado, estoy repleto de satisfacción y vacío de mayor intención; y me desintegro al Gran Vacío sabiendo que cumplí con la Misión que me otorgué en la vida. Luché la buena lucha, acabé la larga carrera, cumplí hasta morir.

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra



TERCERA PARTE: {ANOTACIÓN No. 115}
EN ALGÚN LUGAR MENCIONASTE QUE EL “GRAN ENTENDIMIENTO”, EL ‘NIRVANA’ O LA ILUMINACIÓN MAMBA NO SON INCOMPATIBLES CON EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. ¿PODRÍAS EXPLICAR ESO?
Sí, todos tenemos que tener en cuenta la esencia de la Iluminación como experiencia transformadora, como experiencia que nos lleva a la superación del ancla existencial de la condición humana consiste en “¿Vos?, ¡Nos!”, o sea, es la experiencia de ser parte del Todo, de saberlo. ¿Saberlo como? ¡Pon atención porque lo que te voy a decir ahora es lo más importante que puedes aprender sobre la verdadera naturaleza de la Iluminación! Hay al menos tres formas de saber la temperatura de una taza de te. Una, es mediante un termómetro – ya sea que tu mismo tomes la medida u otra persona; esa es la forma científica y es la más precisa y la más confiable para conocer la temperatura exacta. Le segunda es que otra persona la pruebe y te diga: “está caliente”, o “está fría”, o “está templada”, etc.; esa es relativa y poco precisa ya que “caliente”, “fría”, “templada”, etc., son cuestiones subjetivas a sujetas a la sensibilidad y la perspectiva del individuo. Finalmente está la tercera: meter probar tu mismo la taza de te. Desde el punto de vista de las “experiencias cumbre” de cualquier tradición religiosa o de filosofía existencial, la segunda, “está caliente”, o “está fría”, o “está templada”, etc., sirve de inspiración y de guía, puesto que nos da una idea de la existencia de la taza y de su temperatura para que nosotros mismos podamos aspirar a probarla y para que una vez que la probemos sepamos que hemos “llegado”. La experiencia mística o la iluminación consiste en la tercera, es decir, probar la taza uno mismo, ese el objetivo.

                Pero aquí es donde MAMBA se distingue de todas las demás tradiciones puesto que MAMBA va más allá de la experiencia propia guiada e inspirada por otras experiencias anteriores. Para MAMBA es imprescindible tener esa medida objetiva, científica sobre la temperatura de la taza – 20º C o 30º C o 10º C. Sin la experiencia humana que la califique, la medida objetiva del termómetro ofrece información pero no conocimiento – 20º C o 30º C o 10º C no significan nada si uno no tiene alguna referencia humana al respecto; y sin la experiencia personal de la taza tenemos conocimiento indirecto, pero no directo, nunca obtendremos sabiduría mediante la experiencia ajena, es decir, no sabremos como se siente el contenido de la taza. Ahí está el valor transformativo de la “experiencia cumbre”.

                Una “experiencia cumbre” en una tradición es la máxima experiencia persona de la “Última Realidad” que pueda tener un ser humano de acuerdo a esa tradición. En ese sentido MAMBA es semejante al Zen, o al Hinduismo, o las numerosas tradiciones del Budismo. Pero hay un punto según el cual MAMBA es MUY diferente a las demás tradiciones. Para MAMBA tanto el conocimiento científico, como la experiencia ajena catalogada y descrita por las diversas tradiciones, como la experiencia personal son importantes y contribuyen a lo que nosotros, nuestra tradición, llamamos la Iluminación: El Gran Entendimiento. Toda la información académica, clínica, científica de los mecanismos cerebrales y mentales correspondientes al fenómeno de la “experiencia cumbre”, se combina con los detalles antropológicos y personales de las descripciones de esta categoría de experiencias humanas, para completarlas, para cerrar con “broche de oro”, con la experiencia propia. Volviendo a la analogía de la temperatura de la taza de te, en MAMBA queremos saber la temperatura exacta, la perspectiva científica; queremos saber cómo otros la han interpretado, como expresan la sensación de la taza de te; pero queremos llegar a experimentarlo nosotros y a derivar nuestra propia sabiduría como consecuencia. De ahí que el estudio y la práctica ambas sean tan importantes para MAMBA. Mi propio camino que me llevó a mi Gran Entendimiento capta lo que acabo de explicar: el estudio amplio de las “experiencias cumbre”, desde su manifestación descrita por los místicos y por los iluminados, por los antropólogos y los eruditos de las “ciencias la religión” (como lo llaman en Brasil), es decir la filosofía, la historia, la psicología, etc., de las religiones del mundo; desde el estudio y la práctica de numerosas disciplinas encaminadas a la iluminación: el chamanismo, las artes marciales, el yoga, la meditación, el Zen, etc.; hasta el estudio clínico y la experimentación (en laboratorios) neurocognitivo (mental y cerebral) de las experiencias y de las prácticas relacionadas a las mismas: experimentos y estudios de experimentos de los fenómenos místicos, hipnóticos, alucinatorios, oníricos (sueños), etc.  Todo ese conocimiento contribuye en la experiencia que yo llamo “El Gran Entendimiento”.

INTERESANTE. ¿PODRÍAS EXPLICAR MEJOR, CON MAYOR DETALLE, LA RELACIÓN ENTRE EL GRAN ENTENDIMIENTO – LA ILUMINACIÓN DE MAMBA – Y EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO?
                Con respecto a la naturaleza de la existencia humana y del mundo en el cual existimos podemos dividir las ciencias en dos grandes categorías. Algunas, la mayoría, como por ejemplo la física, la química, la geología, la astronomía, la biología, la geografía, etc., etc., se dedican a estudiar el mundo material, el mundo físico dentro del cual vivimos y parte del cual somos parte. Las ciencias buscan encontrar patrones, regularidades en el funcionamiento y en la naturaleza de las cosas, y busca establecer reglas, principios, leyes, axiomas, basadas en las observaciones empíricas de eventos y fenómenos no anecdóticos, sino repetibles, reiterables, confirmables. Pero si hay una verdad que surge de las ciencias es que todo está relacionado con lo demás. Todas y cada de las ciencias busca las reglas que definen los patrones o las tendencias esenciales que describen el cosmos en el que vivimos. La biología a grosso modo, por ejemplo, estudia la vida en todas sus manifestaciones. Una rama de la biología, la ecología, estudia (científicamente) las relaciones que los seres vivos tienen con respecto a los demás y con respecto a su entorno natural. La palabra clave es ‘interrelación’. Entra una nueva especie al sistema, una que no evolucionó dentro del mismo y los resultados pueden ser catastróficos para el sistema entero. Todo está relacionado con todo. El aumento de los rayos solares que traspasan la decreciente capa de ozono afecta el clima, lo cual afecta la naturaleza, lo cual nos afecta a todos los seres vivos que habitan en ella, incluyendo al ser humano. ¿Por qué está disminuyendo la capa de ozono? En gran parte por la cantidad de flatulencia de las manadas enormes de ganado vacuno que abastece el deseo insaciable por carne de res. El deseo insaciable de carne de res está cambiando el clima, destrozando el medio ambiente, aumentando el número de canceres de piel, y en general matando el planeta. El apego a la carne de res de muchos acaba matando a todos. Todo es todo. Somos parte del todo, las ciencias lo confirman.
                 
                Pero hay otra categoría científica, aquellas que no estudian los fenómenos materiales, sino los fenómenos mentales y su interacción con los materiales, es decir con el cerebro, y el cuerpo en general. Aquí también aprendemos que, para el ser humano, el universo de lo mental, lo que en MAMBA llamamos la “Quinta Dimensión” nos afecta también individualmente a nivel fisiológico, y a nivel general y hasta global, a través de la cultura. Las neurociencias cognitivas (la psicología biológica, la psiquiatría, la neurología, la neuropsicología, la psicología experimental, la psicología clínica, etc. ) nos demuestran, irrefutablemente, que la mente surge como una manifestación, una expresión, una “propiedad emergente” de los procesos asociados con actividades cerebrales y esos procesos son biológicos, son químicos, son eléctricos, son magnéticos, pero no son sobrenaturales.  Nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestros anhelos, fantasías, alucinaciones, conductas, miedos, pasiones, etc., etc., son el resultado de procesos cerebrales. Eso es axiomático para estas ciencias y lo es también para MAMBA. El alma, como algo responsable por nuestra condición mental, por nuestro sentido del ‘yo’ no existe, es una fantasía promovida durante milenios de ignorancia y obscurantismo espiritual y religioso.  La inmortalidad no existe salvo en la Quinta Dimensión, en la forma de idea que se propaga a través de los tiempos en las mentes que comparten contenido de las culturas en las cuales se van formando. Por lo tanto MAMBA está arraigado, por lo consiguiente, tanto en las ciencias materiales en las ciencias neurocognitivas.

HÁBLANOS SOBRE ESO DE LA “QUINTA DIMENSIÓN”.
¡Uf! ¡Eso si que es extenso! Voy a abreviar. Lo denomine la “Quinta Dimensión” porque existe más allá de las tres dimensiones del espacio y de la cuarta del tiempo. Es la “Quinta” dimensión porque trasciende espacio y tiempo y lo que existe ahí es eterno mientras que su existencia esté contemplada por alguna mente humana.  La quinta dimensión es la dimensión de las ideas, punto, es decir, de los recuerdos, de los mitos, de las leyendas, de los planes para el futuro. Es el resultado de esa facultad neurocognitiva que llamamos “la imaginación” y que colectivamente se expresa en todo lo que constituye lo que llamamos la “cultura humana”. Todo lo relativo a la historia, a la religión, a la literatura, a la mitología, al lenguaje, a las leyendas, a los arquetipos, etc., existen en la Quinta Dimensión, en formas de ideas que se expresan en las mentes de aquellos que las comparten. La única inmortalidad que existe para el ser humano está a ese nivel, al nivel de idea en la Quinta Dimensión de alguna cultura o sociedad de nuestra especie. Ahí es donde existen Dios y el Demonio; los santos y los ángeles; los espíritus y los fantasmas; los paraísos y los infiernos; los monstruos y los titanes; los milagros y las maldiciones; etc. El mayor de los problemas del ser humano es no saber distinguir entre la realidad material y la idealidad mental de lo que existe en la Quinta Dimensión y se manifiesta en las creencias, las tradiciones, los ritos, los miedos, las supersticiones de las personas. MAMBA se esfuerza en esclarecer esta distinción. Pero lo interesante del ser humano es que no hay verdad más impactante que la que se manifiesta como idea. La idea de Dios, por ejemplo, se manifiesta de forma ubicua e insospechada en las culturas que durante siglos, por tradición religiosa, está establecida.

                Pero volviendo a la interrelación entre todas las cosas, y entre cada uno de nosotros y los demás y lo demás, para el ser humano esto se expresa no solamente mediante la interconectividad material, expresada y captada por las ciencias materiales antedichas, sino por una interconectividad ideal, es decir, de las ideas, tal y como se manifiestan en la Quinta Dimensión compartida (cultural) e individual (mental, de los pensamientos propios y de las emociones de cada uno). A través del mundo de las ideas, de la Quinta Dimensión, somos plexos en una extensísima y elaboradísima red de ideas que incluyen identidades históricas, figuras mitológicas, fantasías, cuentos, leyendas, eventos, lugares (reales como la luna e imaginarios como el infierno de Dante), ancestros, descendientes (incluso aquellos aún por nacer), leyes criminales, reglas deportivas, conocimiento científico, experiencias, etc., etc. Todo aquello que el humano ha experimentado en la realidad, todo lo que hay experimentado en su fantasía, todo lo que espera o teme experimentar en sus futuros imaginables, forman parte del verdadero infinito que es la Quinta Dimensión. Es a través de esa dimensión que también estamos interconectados. A través de esa dimensión todos estamos interconectados. La ideología de Karl Marx entró en la mente de Joseph Stalin y la cambió, y Stalin, mediante su voluntad y visión, cualidades mentales, transformó la realidad de centenares de millones de personas en el planeta para siempre. En la Quinta Dimensión todos estamos conectados mediante nuestras ideas y nuestra conciencia de nuestros actos (que también son ideas). Leo Cervantes y de pronto me transforma y lo hace para siempre, y esa transformación la llevo conmigo y la expreso, consciente o inconscientemente a mis alumnos, los cuales también quedan transformados, y así indefinidamente. Las ideas tienen ramificaciones fisiológicas a la vez que intelectuales o emocionales. Todos sabemos (o deberíamos saber) en qué consiste el efecto placebo: cambios orgánicos en el cuerpo, médicos incluso, efectuados mediante la sola creencia, la expectativa, la idea, la imaginación de la efectividad de la sustancia es capaz de efectuar el cambio fisiológico deseado, imaginado. Pero también existe el efecto nocivo, que es el negativo del efecto placebo, es decir, enfermedades, malestares, y hasta dolencias (la “muerte vudú”) ocasionadas por la imaginación relacionada a la misma. Todos saben que los pensamientos y las creencias tienen ramificaciones en las emociones y en la salud; todos han oído de la naturaleza de los efectos nocivos del estrés y de la consecuencia importancia de lograr, e idealmente mantener, un estado de calma mental. La imaginación, claramente, tiene manifestaciones reales en la fisiología de las personas. De nuevo, mediante la Quinta Dimensión, mediante el poder ideal de la imaginación y los efectos reales que tiene tanto en nuestra fisiología como en el mundo material que inspira,  todo es todo: todos estamos relacionados con todos mediante las ideas. De ahí que sea tan importante estudiar las ciencias sociales, y la filosofía, y las letras como parte de MAMBA.

¿ENTONCES, CUÁL ES LA POSICIÓN QUE TOMA MAMBA CON RESPECTO A LAS CREENCIAS DE OTRAS TRADICIONES MÍSTICAS?
No se puede demostrar la no-existencia de algo que no existe. Es decir, no se puede demostrar que no exista Santa Claus, el Ratoncito Pérez, el Hada Madrina, Thor, Zeus, o los Pitufos. Eso es imposible porque son ideas, y como son ideas existen en la Quinta Dimensión. Lo misma pasa con cualquier creencia religiosa, supersticiosa, o mitológica en seres o fuerzas sobrenaturales como Dios, los santos, Satanás, el karma, la rencarnación, etc. Lo único que se puede hacer es demostrar la futilidad y lo contraproducente y nocivo que ha resultado y continua resultando para la humanidad el caer en la dependencia mental de recurrir a las entidades ficticias para resolver sus situaciones reales - materiales o mentales. La dependencia mental en estas fuerzas o entes imaginarias suponen un arreglo o beneficio a corto plazo a costa de un tremendo gasto a largo plazo, y esa es una de las lecciones más importantes que la humanidad tiene que aprender sobre sí misma y no ha aprendido todavía. La mayor miseria, corrupción, pobreza, impunidad, violaciones de derechos humanos se manifiestan en los países más religiosos, en los más creyentes.

                La filosofía existencial/espiritual MAMBA enseña que la creencia en tales fuerzas y entidades sobrenaturales responde a ciertas necesidades psicológicas inherentes de los seres humanos que surgen con el desarrollo de la imaginación y de sus efectos en nuestra especie. La necesidad, por ejemplo, hija de la curiosidad, de tener explicaciones por los fenómenos naturales como la lluvia, la noche, el día, las estrella, los truenos. Antes se atribuían a fuerzas y a entes mágicos, sobrenaturales, ahora se explican con la ciencia. Solamente en los lugares más ignorantes aún mantienen la creencia en explicaciones sobrenaturales con respecto a las fuerzas materiales que deciden el universo. Hace poco tiempo, menos de dos siglos, esas creencias eran la norma en la mayoría del mundo, ahora son la excepción. La religión ha tenido que ceder a la ciencia en cuanto a la explicación racional del cosmos.

                Pero esa batalla fue relativamente fácil de ganar porque se libera en el campo de la experimentación, de lo concreto, no de lo mental, de lo inmaterial, sobre todo con respecto a la cuestión de que sucede cuando morimos. En general la mente humana no disciplinada no soporta la ansiedad asociada con la incertidumbre, con el no saber: entonces el ser humano simplemente se imagina una explicación para llenar con algo el vacío con el que le deja la incógnita. La incertidumbre:

Incertidumbre - 12 de agosto, 2011
 (A mi discípulo Fausto)

³  Shodai, dígame una verdad.
³  ¿Por qué me molestas? Ya te di tres: “el dolor llega, el placer pasa, y la vida se acaba.” ¿No te bastan esas?
³  ¿No hay otra?
³  Hay una, sí. Pero esa solamente un Sennin la viviría.
³  ¿Viviría? ¿A qué se refiere Shodai?
³  Sí, las Verdades se viven Fausto. Solamente aplicado el buen conocimiento se convierte en sabiduría.
³  ¿Y cuál es esa otra verdad, Shodai?
³  En el ser humano hay una lumbre,
Que le domina y abrasa,
Donde nacen los dioses
Y yacen los demonios
Que le exigen mansedumbre.
³  ¿Dígame cuál, Maestro?
³  Un terrible infierno llamado “Incertidumbre”.

por Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

                La incertidumbre en la mente humana, causada por nuestra imaginación, es la creadora de una tremenda ansiedad que nos vemos impulsados a combatir empleando la imaginación misma.  El ser humano observa el problema y crea una solución, factible o no, absurda incluso, y lo peor es que luego se olvida del origen imaginario de esa ‘solución’, y esa ‘solución’ acaba esclavizándole y causando un sinfín de problemas, reales ahora, para las cuales no le queda más remedio, por su cobardía, que recurrir a otras ‘soluciones’ (mentiras, falsedades) semejantes en su intento de remediar la nueva ansiedad que surge de mayor incertidumbre, y así en un ciclo infinito de imaginaciones, ansiedades, problemas y mentiras, todas las cuales solamente sirven como grilletes imaginarios pero insuperables, como cadenas impalpables pero inmutables, como yugos inmateriales pero inamovibles, y como muros intangibles pero inalienables. Ahí tenemos el karma, la rencarnación, los dioses, los demonios, los paraísos y los infiernos. No existen prisiones más completas que la creencia en estas construcciones de la mente. Por eso mismo MAMBA rechaza toda creencia y dependencia en tales entes ficticios y fuerzas imaginarias.  La filosofía MAMBA ofrece un claro camino a la cima de la experiencia mística, pero es un camino basado en las ciencias del entendimiento, mental y material, pero no en la fantasía o el autoengaño.



CUARTA PARTE: {ANOTACIÓN No. 117, 28 DE AGOSTO, 2012}

TENGO MÁS PREGUNTAS.
Tengo más respuestas.

EN EL PASADO DIJISTE LO SIGUIENTE SOBRE EL “SHUGYO”. ¿PUEDES ELABORAR MÁS SOBRE EL SIGNIFICADO DE SHUGYO Y ESPECIFICAR QUÉ RELACIÓN TUVO CON TU GRAN ENTENDIMIENTO?

De la bitácora de Shodai Vol. 3: “El mundo es mi dojo”
ANOTACIÓN PARA EL 18 DE OCTUBRE DE 2011
62. La felicidad de cualquier y de todo momento.
Un alumno recientemente se quejó de que su estado de ánimo no era de su agrado, le contesté que aprendiera a apreciar todos los estados de ánimo, esa es la forma de liberarse de ellos. Esa lección la aprendí a fuerzas durante mi shugyo, mi acondicionamiento espiritual realizado durante y desde mi lucha contra el cáncer – que incluía radiación, quimioterapia, cirugías, etc. – y su legado en mi estrecho intestinal. El término japonés “shugyo” se traduce generalmente como “entrenamiento austero”, y parece que se origina en el entrenamiento de los Samuráis durante el periodo de paz sin precedentes en la historia del Japón entre mediados del 1600 hasta mediados del 1800 conocido como la “Pax Tokugawa”. Pero en MAMBA se practica “shugyo” no solamente como parte del acondicionamiento o del entrenamiento, siempre que se tiene que lidiar con circunstancias no de nuestro agrado. Así es como se convierte lo negativo de una contexto externo o de una situación personal – fallas en salud, “mal de amores”, problemas económicos, etc. – en una ventaja, en un entrenamiento del cual, si emergemos, salimos fortalecidos: “Desde la escuela de guerra que es la vida lo que no me mata me fortalece” (Nietzsche). Así lo hice y así lo hago. De esa forma, pase lo que pase estoy “bien, sereno y esplendido”. Todo es práctica y todo es entrenamiento; todo es aprendizaje y todo es enseñanza; y lo que es más: el mundo es mi dojo y la vida mi dharma.

Shugyo fue crítico para mi Iluminación, para mi Gran Entendimiento. Para comenzar voy a reiterar lo que significa. Shugyo se suele definir como “entrenamiento austero” pero eso no comunica la noción completa del concepto que se define literalmente como “comportándose de tal forma (durante austeridades) de manera que comunique e inspire maestría”. ¿“Maestría” de qué? Maestría de uno mismo. El significado original del kanji empleado en “shu” se traduce originalmente a “usar un cepillo [o ‘cepillar’] para eliminar el polvo que oculta la elegancia original de la persona”. Ese “cepillo” o el acto de ‘cepillar’ es precisamente el entrenamiento severo, austero mediante el cual se ve el verdadero metal del individuo. “Gyo” se refiere a concretar, a cumplir; juntos “Shu” y “gyo” se han traducido simplemente como entrenamiento austero, pero la finalidad es para el fortalecimiento espiritual, entendiendo “espíritu” como el estado de ánimo del individuo. La palabra, o el kanji, asociado con “shugyo” se asocia principalmente con el ascetismo budista, sobre todo con los monjes-ascetas de las montañas conocidos como “shugenja”.  En MAMBA, el espíritu “es aquel metal forjado entre el martillo de la voluntad, el yunque del tiempo, y el fuego de la adversidad”, aquí habla directamente de elementos y esenciales críticos de shugyo: 1) el poder de la voluntad, 2) la aplicación (provecho, o administración fructuosa) del tiempo, y 3) el fuego de la adversidad. “Todo es todo” en MAMBA, por lo tanto el concepto MAMBA del espíritu está relacionado a esos tres factores, los cuales entre sí fomentan la voluntad al poder en el individuo. ¿El poder de qué? El poder de manifestarse, de alzarse, de imponer la voluntad de uno en el universo entero en general y sobre si mismo en particular. Ese poder es central y demostrativo de la vida. Hablaré más sobre ello después en el futuro si me lo recuerdas, pero para que lo tengas presente tiene que ver con el “lado oscuro” y con el “RAI KAI SHIN”. Continuo. El shugyo está integrado a la esencia del ninja y de sus artes y metodologías conocidas como ninjutsu, y de la esencia de su paradigma conocido como “ninpo”, ya que el ideograma “nin” se traduce como “perseverancia”. Nin, de hecho está compuesto de dos ideogramas, el de arriba que se llama “yaiba” y que representa el filo de una espada, o sea, el filo de la disciplina, y abajo el kanji de “shin” que representa la combinación de espíritu (estado de ánimo), mente (raciocinio), y corazón (estado emocional) todos en uno. Nin, por lo tanto, representa “espíritu bajo disciplina”, precisamente el objetivo del shugyo. En esencia shugyo es la búsqueda de la Iluminación mediante una esfuerzo prolongado tan extenuante que agota el ‘yo’ y la experiencia se abre a la “totalidad” y a la “nada” – a la Iluminación. Esa es la idea. Claro no solamente es la actividad sino la actitud que uno trae consigo: una actitud de compromiso completo con la meta, de entrega total de “sacrificio” en el sentido original de “hacer sagrado” esas experiencias y esos momentos de austeridad, de dificultad total. La actitud de shugyo es convertir cada adversidad es una prueba, en una oportunidad para fortalecer nuestro “shin”. En el entrenamiento marcial integramos shugyo mediante prácticas intensas, demandantes, pero también uno tiene que aprender a ver como shugyo las lesiones que con frecuencia se interponen en nuestro avance y aprender a dominar nuestras emociones, nuestras desilusiones con nuestro progreso. Claro, estos son “mini-shugyo”, pero el efecto es acumulativo en el espíritu y te prepara para los grandes desafíos de la vida. Con la shugyo-sha – practicante de shugyo – aprende a cambiar su actitud fundamental con respecto a la adversidad y dejarse de lamentos, de auto-compasiones, de actitudes derrotistas, y sobre todo, dentro de la ideología/filosofía MAMBA, de recurrir a la ayuda de entes imaginarios, sobrenaturales, o religiosos para superar sus adversidades: aprende a depender de su propio poder personal para ello, fortaleciéndose así en el proceso. En MAMBA tomamos cualquier adversidad o inconveniencia como una forma de shugyo lo cual cambia nuestra actitud fundamental sobre las mismas. Shugyo es la actitud apropiada ante cualquier dificultad para el verdadero guerrero; es el legado y la esencia del régimen espiritual de toda la disciplina mental y física formadora de los Samurai, de los Ninja, de los monjes Shaolín, y demás grupos y organizaciones forjadores de “guerreros iluminados”.

¿Y CUÁL FUE LA RELACIÓN PRECISA ENTRE SHUGYO Y TU ILUMINACIÓN?
Sin llamarlo así, fui criado desde niño para adoptar esa actitud – la actitud de convertir cualquier adversidad en una oportunidad de cultivar mi fortaleza personal – ante cualquier desafío ya fuera la violencia física, psicológica y emocional del racismo, las dificultades de salud relacionados con mis alergias y con mis migrañas intestinales, o los problemas de matemáticas y física que me ponía mi padre. Mi padre era muy dado a repetirme “lo que no te mata te fortalece”. Después, una vez estudiando la filosofía tras las artes marciales fui desarrollando con mayor claridad este concepto. MAMBA, “Mastering the Art of Mind and Body in Action” – Amaestrando el Arte de Mente y Cuerpo en Acción” – centra precisamente en esa idea. Incluyo el Sendero de MAMBA para aclarar bien este concepto y la relación entre MAMBA, espíritu (definido dentro de MAMBA) y shugyo:

El SENDERO DE MAMBA

El espíritu es aquel metal forjado entre el martillo de la voluntad, el yunque del tiempo, y el fuego de la adversidad.”   -- La bitácora del maestro.

A lo largo de mi niñez y entrando a mi mediana adolescencia mis mayores inquietudes, mis más profundas preocupaciones estaban enfocadas en cómo sobreponerme al abyecto terror y violencia que a veces definían mi existencia. De muy joven me di cuenta de que la solución al problema no residía exclusivamente en la condición física, ni en la preparación técnica, ni en la especulación cognitiva ya que ante la calamidad siniestra, si carecemos de una constitución mental robusta tales atributos pueden rápidamente brotar alas y abandonarnos a la más resoluta desesperación y acongojo.

Creo que fue como resultado del impacto de estas experiencias precoces que mi interés en las artes marciales y en otras prácticas y metodologías del extremo oriente se enfocara más en las capacidades mentales que conllevan a una tranquilidad confiable aún ante el desastre que en las meras manifestaciones físicas de poder o de técnica. No eran tanto las habilidades pugilísticas de “Kwai Chang Caine” de la serie televisiva “Kung Fu” que captaron mi atención como la serenidad y sabiduría de los maestros de Shaolín quienes lo entrenaron. No fue tanto la dinámica despampanante ni los bravos aullidos cinematográficos de tipos como Bruce Lee que me sirvieron de inspiración, como las imágenes televisivas del monje Budista que protestó la injusticia religiosa de Vietnam del Sur auto-inmolándose y muriendo inmutable, inerte y en silencio.

A lo largo de los años me resultó evidente que es sólo mediante una fuerte fundación psicológica, filosófica, e incluso ‘espiritual’, que podamos esperar que el edificio de nuestra existencia logre superar las adversidades tormentosas de la vida, los desengaños y los desastres; y es también a través de tal fundación que consigamos apreciar lo magnífico y asombroso de ‘ser’ no importe cuán desagradable la carga que llevemos, cuán pesada la roca que debemos rodar.

No es en los momentos de vanagloriosa victoria donde se encuentra al verdadero campeón; no es en las horas, semanas, o años de descubrimientos celebrados o de logros renombrados donde encontraremos la auténtica ‘grandeza’; ésa solamente se encuentra en aquellos instantes inexorables vividos por súper-individuos que una vez tras otra, enfrentados con innumerables fracasos o trágicos desengaños, amenazados con morir en el anonimato total, o viviendo en la más apurada miseria, demuestran su reconsagración inagotable a la ‘causa.’

Muéstrame a un hombre o a una mujer quien, después de haber sido repetidamente derribado e incluso hundido por las fuerzas implacables e incesantes de una realidad más allá de su control, y quien sin buscar refugio ni en dimensiones fantásticas ni en entes ficticios, se alza una vez más por su propia cuenta, en espíritu si no en cuerpo quebrantado, y yo te mostraré el verdadero sentido de la fortaleza interior y del poder personal. Encuentra un individuo quien aún en medio de los impredecibles pleitos y desafíos de la vida, pérdidas crueles, achaques desatinados, y tragedias desalentadoras deriva ‘sentido’ del mero hecho de vivir, y habrás encontrado a alguien que ha amaestrado al arte elusivo de ser feliz.

No es a la persona que, provista del lujo de la calma y del confort logra alcanzar un estado de ‘consciencia mística’ a la que debemos admirar. Por lo contrario; es al individuo que enfrentado con los impredecibles desastres de la vida verdaderamente encarada, y aún atrapado por las garras maliciosas del azar, logra rápidamente recobrar la compostura y demostrarse ‘centrado’ a la que debemos escrutar ya que ha logrado algo más allá de lo que los libros o las técnicas por si solas pueden ofrecer: la sabiduría.

La sabiduría, la combinación de conocimiento y de práctica que conllevan a la felicidad y a la armonía en la vida, a pesar de las circunstancias es lo que todos en última estancia buscamos. El poder personal sólo no es suficiente, porque sin los mecanismos mentales para guiar su potencial, sin el contexto filosófico/espiritual dentro del cual aplicar sus recursos no somos sino un Titánico: imparable en nuestro movimiento y condenado a encontrar la ruina en el choque inevitable con los incontables y despiadados icebergs de la vida.

La condición existencial humana está por su naturaleza repleta de inevitable pérdida – o de la amenaza de la misma: pérdida de la vida, pérdida de la juventud, pérdida de la propiedad y las posesiones, pérdida de los seres queridos, pérdida de la inocencia, y demás, y por lo tanto se contamina del duelo y de la angustia que naturalmente los acompaña. Sin embargo es en el caos de la guerra donde se encuentran los más deplorables aspectos de la vida en su extremo: la carnicería y la mutilación, la devastación y la destitución, el saqueo y la profanación, el hambre y la enfermedad, etc.

No es de sorprender que muchos individuos vuelvan de los campos de batalla mentalmente traumatizados y emocionalmente violados y trastornados, incapaces de integrarse con éxito a la ‘normalidad’ de su existencia anterior en tiempos de paz. Tampoco es de sorprender que castas guerreras hayan sondeado metodologías filosóficas/espirituales, como en el caso de los Samurái con el Zen, para desarrollar la capacidad mental y emocional de superar las vilezas de la guerra y reconciliar internamente la depravación de sus experiencias dentro del contexto de un modo de vida y de existencia.

Es por este motivo que para mí las verdaderas artes marciales tienen como objetivo enseñar más que solamente técnicas de poder físico; deben encaminar al practicante en un sendero de auto-poder, descubrimiento y mejora que lleva más allá de la mera acumulación de información o memorización de movimientos; en un sendero que lleva a un espíritu inmutable derivado de una mente y de un cuerpo armonizados en acción. Tal es el Sendero de MAMBA.

Shodai J. A. Overton-Guerra, San Diego, CA, 2005”


Acuérdate del concepto de shugyo de “comportándose de tal forma (durante austeridades) de manera que comunique e inspire maestría”. Cuando llegó el momento de comenzar la gran aventura, la odisea de mi cáncer y de su tratamiento, así fue como lo tomé: era mi “hora de la verdad”. Era mi oportunidad de demostrar de qué estaba hecho yo realmente. Durante mis estancias en el hospital comencé a crear y completé los programas de “La Mente del Guerrero Iluminado”, continué dando seminarios y talleres y ninguno de mis alumnos tuvieron conciencia de la gravedad por la que estaba pasando. Hasta di demostraciones de combate situacional en un gimnasio local en Tijuana, evento grabado en youtube, y seminarios y talleres, y trabajé como entrenador personal. Nunca sentí lástima por mi mismo, eso estaba por debajo de mí, de mi concepto de identidad y de mi misión. Lo importante era poder seguir con la misión de MAMBA por una parte y seguir batallando en las cortes por la custodia y el futuro de mis hijos por otra. En última estancia eran una misma cosa, tal y como lo demuestro en mi libro “Mandated Report”. Todo es todo. La “actitud MAMBA” de convertir mi tragedia en shugyo es la gran diferencia entre lo que yo logré sacar de provecho con todo ese proceso a lo que otras personas logran típicamente con el mismo u otro parecido: muchas personas superan el cáncer, pero pocas se iluminan al hacerlo.

¿BUSCABAS LA ILUMINACIÓN COMO FIN A ESTE PROCESO?
No, en absoluto. La verdad es que ni se me ocurrió en absoluto. Puede parecer raro pero estaba demasiado enfocado en lidiar con el proceso, con controlar mis emociones, con superar o al menos sobrevivir el dolor, con programar mis pensamientos, como para preocuparme con algo tan abstracto como la “Iluminación”. Verdaderamente ya me había olvidado de ello. Hace tiempo que se había convertido para mí casi en algo mítico y de poca importancia, casi en una distracción o un apego, y simplemente lo edité de mi presencia mental.  Lo importante era no sucumbir a las ilusiones, no venderme al Gran Engaño de la plegaria, de la adoración a entes imaginarios, de no perder mi integridad personal al pedir auxilio a una ilusión que sabía no existía, de no caer en la misma tentación que tanto criticaba a los nacidos y perdidos en la “Matrix”.

HABLAS DEL GRAN ENGAÑO, Y DE LA “MATRIX”. ¿PUEDES COMENTAR MÁS AL RESPECTO?
La “Matrix” es el mundo ilusorio creado por deseos y aversiones, apegos y miedos. La “Matrix”, tal y como la definimos en MAMBA, es el resultado de la evolución de la imaginación como facultad fundamental y distintiva del ser humano. Homo sapiens sapiens – “el hombre que sabe que sabe” - es en realidad Homo imaginus – “El hombre que imagina”. El infinito de la imaginación humana crea, va abriendo, un vacío emocional en el miembro de la especie que luego trata de rellenar con ese infinito, con esa imaginación – lo cual es imposible. Esa es la esencia de la condición existencial humana y el secreto de su naturaleza característica. Por eso mismo ninguna cultura humana existente ha carecido de algo que se puede denominar “religión” – por eso la religión es una propiedad o atributo emergente, que emerge, que surge del hombre. El problema radica precisamente en que llenar un vacío emocional con una esquema o un paradigma imaginario nunca funciona del todo, y por eso la religión nunca resuelve el problema de la condición existencial humana, solamente sirven para reducir a las personas al status quo socioeconómico actual. “Matrix” es una palabra inglesa que significa ‘Matriz’. ¿Qué es una matriz? Tiene varios significados. Matriz es donde nos cultivamos dentro aparato reproductor femenino, o sea el útero; pero también significa un molde que se usa para fabricar objetos iguales, idénticos. Tenemos todo un programa de estudio sobre el filme “The Matrix” para detallar en qué consiste. Podemos comparar la “Matrix” de MAMBA a su equivalente “maya” en las religiones del hinduismo y del budismo. Maya en el hinduismo tiene varios sentidos que son interesantes tenerlos en cuenta desde el punto de vista ateo de MAMBA. Maya por una parte en el Hinduismo se refiere a la ilusión, a la inherente falsedad que nos lleva a ver una separación entre todo, es decir, maya es el velo que nos impide darnos cuenta de que “todo es todo”, de que “todo” es en realidad un “uno” que aunque súper diverso está también súper interconectado. Eso por una parte. Por otra parte maya también se refiere al “poder mágico” con el cual los dioses logran sus creaciones, y también se refiere a los artificios o trucos que emplean para lograr sus engaños. A lo largo del desarrollo del hinduismo el concepto de maya va evolucionando, como sucede en todas las religiones porque las religiones son intentos de emplear la imaginación para resolver el problema existencial, emocional, que la imaginación crea en nosotros – y la imaginación nunca puede ser estable, inmutable. 2 + 2 = 4 es inmutable no importa dónde estemos, pero la imagen mental de un caballo cambiará cada vez que la engendre en mi mente.  El concepto de maya en el hinduismo también está presente en la forma de la gran diosa “Mahamaya”, responsable en sus creencias por la creación física del mundo. Mahamaya encierra los seres humanos en un gran sueño o ilusión (“moha”) de la cual nos podemos despertar mediante el nirvana o moksha. En el budismo maya también se ha visto en términos del engaño de y del apego al atman, el alma, y también en términos de la percepción ilusoria del mundo que se crea en la mente de un ser no-iluminado. Adicionalmente, maya se considera un aspecto de samsara, el ciclo de sufrimiento y de rencarnación. En el Sijismo, otra religión de India, maya se refiere al mundo normalmente percibido, el mundo que se manifiesta como un mero sueño. La palabra origina del sanscrito de ma (“no”) y de ya (“esto”), que indica lo que no es real, sino aparente, engañoso, ilusorio, decadente. Para lograr la iluminación, el moksha, el nirvana, la Iluminación, o el Gran Entendimiento, uno precisa superar la “cortina” o la Gran Ilusión que es maya.

EL BUDA EMERGIÓ CON UNA SERIE DE AXIOMAS, LAS CUATRO NOBLES VERDADES, PARA GUIAR A LAS PERSONAS A SUPERAR EL MAYA, LA “MATRIX”. ¿TIENE MAMBA ALGO PARECIDO DE ESCUETO?
El enfoque del Buda con sus Cuatro Nobles Verdades y su Noble Óctuplo Camino es brillante, genial, y por lo tanto difícil de igualar en lo compacto y en lo acertado, mucho menos de superar. El Buda es clínico en su enfoque al problema de la condición existencial humana.  Primero la diagnostica, o sea, la pone un nombre: dukkha. Dukkha se traduce como “sufrimiento” pero en realidad significa algo así como “dislocación”, “desubicación”, “desilusión”. Se refiere al dolor emocional, al sufrimiento psicológico que surge de la desilusión. Esa es la primera noble verdad. La segunda noble verdad es la etiología de dukkha y consiste precisamente en la ilusión, en maya, en la ilusión que surge del apego al atman, a la idea de un alma inmortal, a la idea de la posibilidad de la permanencia de lo placentero en la vida, eso es el apego y todo lo que surge de él. La tercera noble verdad es la verdad de la existencia de una salida del samsara, del maya, de la Gran Ilusión como la llamamos en MAMBA, de la “Matrix”: nirvana, la Iluminación, el moksha, o el Gran Entendimiento en términos de MAMBA.  Y finalmente el Buda nos presenta su plan para lograr el nirvana que se resume en los ocho pasos concurrentes, que se tienen que tomar simultáneamente, en el Noble Óctuplo Camino. Eso es el budismo.

                Pero si comparamos las cuatro nobles verdades del budismo con la filosofía/ideología MAMBA vemos que en MAMBA tenemos axiomas similares pero, gracias a los avances de las ciencias, sobre todo de las ciencias neurocognitivas y de la paleoantropología, y nuestros desapegos a esquemas religioso-culturales (Ej., samsara, rencarnación) profundizamos más en las causes especificas del sufrimiento y de sus manifestaciones  - a la vez que rechazamos cualquier relación con lo supernatural o con la rencarnación.

                El primero principio de MAMBA en términos de la realidad del ser humano es el “¿Qué somos?”, y la respuesta es puramente científica: Homo sapiens sapiens (nosotros) somos el resultado, y solamente el resultado, de un proceso de evolución biológica; lo que nos distingue y nos diferencia de los demás animales y de los demás seres humanos anteriores, como el Neanderthal, es el desarrollo de la facultad neurocognitiva que conocemos como la “imaginación”. No se precisa ser un Iluminado para esto. Un conocimiento básico de la teoría de la evolución y un desprendimiento, desapego, de cualquier tradición religioso que lo contradiga, es más que suficiente.

                El segundo principio de MAMBA es psicológico y “espiritual”, es decir, está relacionado a las consecuencias emocionales que la facultad de la imaginación causa. Esta es la parte de la etiología y diagnosis del problema del problema. Aquí explicamos en qué consiste la condición existencial humana y por qué surge.  La imaginación es, por sus correspondientes efectos emocionales en nuestras mentes y sus efectos fisiológicos en nuestros cuerpos, ambas causa y consecuencia de la condición existencial humana. Como dije anteriormente, la imaginación crea un vacío infinito en ser humano que luego el ser humano trata de rellenar usando la imaginación misma, lo cual solamente complica, aumenta, intensifica el problema, no lo resuelve.  Esta conclusión se llega a entender intelectualmente mediante un estudio de numerosas disciplinas: la psicología de las religiones del mundo, la antropología, la medicina psicosomática, la hipnosis, las ciencias neurocognitivas-afectivas, etc., etc., es decir, está basado en estudios científicos, en confirmaciones empíricas, no en creencias ni en introspecciones espirituales. No se precisa de la Iluminación para comprenderla, pero sí para vivirla, para de verdad apreciar sus ramificaciones en todos los aspectos de la condición humana, incluyendo la cultura. 

                La imaginación, por motivos emocionales, crea una gran ansiedad en nosotros, una ansiedad que se manifiesta de muchas formas, pero sobre todo nos lleva a negar las TRES VERDADES INNEGABLES, y aquí es donde encontramos en MAMBA algo parecido o comparable a la brillante brevedad del budismo. Las TRES VERDADES INNEGABLES DE LA REALIDAD son: 1) En la realidad nada es permanente, es decir, todo está sujeto al proceso de cambio; esta es la “VERDAD DE LA IMPERMANENCIA” o “todo cambia”. 2) En la realidad todo es INTERDEPENDIENTE, es decir, todo está, a un nivel u otro, interconectado con todo lo demás; esta es la “VERDAD DE LA INTERDEPENDENCIA” o “todo es todo”. 3) La superación de la adversidad es el directivo inherente a todos los aspectos de la vida, es decir, todo ser vivo tiene que superar adversidades para cumplir con los procesos vitales (ingerir, crecer, reproducir) propios de estado vital, o sea, “vivir es superar”. Esta verdad también es conocida como la “VERDAD DE LA ADVERSIDAD EN LA VIDA.” Todo cambia, todo es todo, y la vida es superar, son enunciados que en MAMBA se consideran axiomáticos.

                Entonces, el problema existencial del ser humano, el sufrimiento, ocasionado por la interacción entre la imaginación–emoción, existe en la medida en la que niega, o rechaza, o deniega esas TRES VERDADES INNEGABLES y trata de encontrar excepciones para sí mismo. Esta denegación ocasiona el GRAN SUFRIMIENTO y se manifiesta igualmente en la forma de las TRES GRANDES FALSEDADES o ENGAÑOS: 1) LA POSIBILIDAD DE PERMANENCIA que surge del deseo o apego de la ETERNIDAD, de la INMORTALIDAD. Esta es la primera gran falsedad y se manifiesta de muchas formas, pero surge del deseo, del apego a la permanencia de lo placentero y por lo tanto del miedo al cambio o a lo incierto, a lo inseguro. Para liberarse de la ansiedad de la incertidumbre, de la inseguridad del futuro, sobre todo después de un ilusionado futuro después de la muerte, el ser humano crea la ilusión – en respuesta a esas emociones negativas del miedo, de la ansiedad – de la posibilidad de un alma inmortal, de un paraíso extra-terrenal y eterno, y de un ser o seres permanentes y también sempiternos que puedan velar por él a conveniencia (Dios, dioses, ángeles, santos, espíritus, etc.). 

                La segunda GRAN FALSEDAD o ENGAÑO es la INDEPENDENCIA, es decir, la ilusión de la separación entre el ‘yo’ y los demás, o el ‘yo’ y lo ‘otro’. Esto es una función que surge de la mente misma que crea la ilusión de una coherencia en el individuo que le separa de los demás seres y de lo demás, es decir, del resto del universo.  El egoísmo desbordado, la falta de empatía, y la exclusión hasta el genocidio y la exterminación que son características del ser humano surgen de este engaño o falsedad. Surge esencialmente, de nuevo, del miedo a dejar de existir como ente o entidad independiente; es decir, surge del apego al ‘yo’, al ego, de nuevo como resultado del deseo de la permanencia del ‘yo’ frente a la amenaza del ‘todo’ que nos envuelve y engulle.

                La tercera GRAN FALSEDAD o ENGAÑO es el de la existencia de un estado de COMODIDAD TOTAL. Este GRAN ENGAÑO se opone a la GRAN VERDAD de la vida como un ESTADO DE SUPERACIÓN a la adversidad. Este GRAN ENGAÑO se manifiesta en la cultura y en las religiones en la búsqueda de un estado de existencia que supere la incomodidad resultante de cualquier adversidad. De ahí que las personas crean en paraísos extraterrenales, como es propio de los católicos o musulmanes, o de paraísos o estados terrenales y materiales como fomentan las multinacionales capitalistas para promover el consumismo desbordado. El mensaje de la religión es, si nos obedeces, en el otro mundo tendrás comodidad total y una eternidad para experimentarla. El mensaje del narcotraficante y del vendedor capitalista es, si consumes nuestros productos en este mundo podrás experimentar comodidad total. Los tres te esclavizan, y el Estado conspira en esta esclavización al denegarte la educación necesaria para darte cuenta de tu condición de esclavo.

                Las TRES GRANDES MENTIRAS, ENGAÑOS, o FALSEDADES están interconectados, tanto a nivel psicológico, individual, como a nivel cultural o social. En MAMBA llamamos esta interconexión, a la unidad que expresa este TRIO en una combinación individual/social, psicológico/cultural, el “Duplo SOMBRA/MATRIX”. La identidad SOMBRA es la identidad del individuo que surge de sus miedos y apegos, de sus denegaciones personales en su carácter, en su personalidad, en su paradigma personal de las TRES GRANDES VERDADES, es decir, de su devoción, adhesión a las TRES GRANDES MENTIRAS o ENGAÑOS. Las religiones simplemente son el resultado colectivo de la Identidad Sombra de todos sus miembros constituyentes, de sus creyentes. La Sombra y la Matrix son dos caras de la misma moneda, de igual forma que no se puede separa lo psicológico de lo social, lo mental de lo cultural.

                La Sombra/Matrix inculca y fomenta la alienación propia del ser humano que vive en pos de las TRES GRANDES MENTIRAS. La respuesta, el “tratamiento”, la “solución” a este predicamento es la formación de la “Identidad/Misión”, según la cual el individuo aprende a definirse, a formarse, a manifestarse completamente de acuerdo al duplo de una identidad y de una misión correspondiente, una misión que le reintegra al “todo” del cual en realidad forma parte. En MAMBA, el cumplimiento, la consumación de la integración del individuo con su “Identidad/Misión” es el camino al Gran Entendimiento, es la salida de la Sombra/Matrix en la cual se encuentra.

¿PUEDES HABLAR UN POCO MÁS SOBRE LA ‘SOMBRA’?
Mejor incluyo parte de un capitulo que escribí en la colección “Cuentos Ancestrales de Omayok el Grande”. Se trata de un dialogo entre padre e hijo:

²  “¿El Rai Kai Shin? ¿Y qué quieres saber tú del Rai Kai Shin? Mejor dicho, por qué quieres saber tú del Rai Kai Shin?”
²  “Quiero ser un gran hombre como tu Padre, al que todos admiran y respetan por donde va. ¡Quiero también ser grande Padre! Quiero que todos sepan que soy digno de ser tu hijo. Padre, quiero ser grande y todos murmuran que el secreto de tus poderes y de tu sabiduría está en el Rai Kai Shin.”
²  “Hmmm… Para comenzar, grande o no, eres y siempre serás mi hijo. Lo que determina si eres digno o no de ser mi hijo no es tu grandeza, sino tu lealtad, tu obediencia, y tu entrega y compromiso como el hombre de honor para el cual te crie a ser. La grandeza es otra cosa aparte y no se busca ni se obtiene para la admiración ajena sino por el impulso propio.”
²  “Se espera mucho de mí al tenerte como mi Padre.”
²  “Nada viene gratis en la vida mi hijo. El oso es grande y fuerte, pero tiene que alimentar a toda esa masa, mientras que el ratón es pequeño y débil pero consigue comida en cualquier rincón y escondrijo. Lograr la grandeza en la vida no es como aprender a cazar, hijo mío, no.  Es como salir a la caza del jabalí y caer bajo el colmillo no una sino mil veces, y tenerte que coser las entrañas porque se te salen las tripas por el costado. La grandeza es ser cazado muchas veces y sobrevivir las heridas de las lanzas y de las flechas ajenas y portar las cicatrices de tus experiencias hasta sobrevivir para convertirte tu mismo algún día en un gran cazador. Nadie se convierte en gran guerrero sin haber primero derramado sangre en el campo de batalla, y más aun en el campo de la guerra de la vida. No hay grandeza sin pérdida, sin dolor, sin sufrimiento. Eso tenlo bien en cuanta cuando quieras tu ‘grandeza’.”
²  “No lo había pensado así Padre.”
²  “Las personas siempre van a los brujos para la pócima mágica, hijo mío. En vez de querer reconocer lo que solamente se logra con la sangre del quebranto, con el sudor del esfuerzo y con las lágrimas de la pérdida personal, quieren atribuirlo al favor de fuerzas sobrenaturales. Solamente los que han caído al agua saben la necesidad de nadar hijo mío. La grandeza es para los que son bastante fuertes para soportar la tragedia. No hijo mío, no hagas caso a esa pandilla de ociosos que parecen viejas charlatanas en vez de guerreros y cazadores. Deberían estar cazando alces con los dientes en vez de perder el tiempo meneando la lengua con sus tonterías.”
²  “Sí, jejejeje, le oigo Padre, ¿pero y el Rai Kai Shin?”
²   “¿Y el Rai Kai Shin! ¿Y el Rai Kai Shin! ¡Jajaja! ¿No sabes decir nada más hoy salvo ‘¿y el Rai Kai Shin’? ¡Jajajaja! ¡Eres más persistente que una ardilla buscando bellotas y más fastidioso que un mosquito en primavera!”
²  “¡Son cosas que un hombre debería saber!”
²  “Tienes doce años, no tengas prisa a que pase el tiempo, pasa por sí solo, te lo aseguro.”
²  “Por favor Padre.”
²  “¡Ugh! Me recuerdas a tu madre cuando pones esa cara. ¿A ver, qué quieres saber del ‘Rai Kai Shin’?”
²  “¿Qué es Padre? ¿Cómo se siente? ¿Cómo se consigue?”
²  “El Rai Kai Shin… el Rai Kai Shin…el Rai Kai Shin es cuando la potencia creativa del universo mismo se manifiesta en un hombre, en un solo cuerpo, y es entonces cuando se obtiene el Rai Kai Shin, el “espíritu del relámpago constante y creciente”. Pero eso solamente lo pueden aguantar los guerreros con las voluntades más fuertes, los sabios con las mentes más despiertas y serenas, y los chamanes con los espíritus más puros e inquebrantables. En cualquier otro tipo de ser humano el Rai Kai Shin le reventaría como un relámpago parte un árbol.”
²  “¿Es lo que se conoce como el ‘espíritu del carcayú’?”
²  “Así es.”
²  “¿Y por qué el espíritu del carcayú? No lo entiendo. ¿Cómo puede ser Nogha tan temible si es tan pequeño?”
²  “¿Acaso es el tamaño de los dientes en la pelea o el tamaño de la pelea tras los dientes? La araña negra de mancha roja es pequeña pero su mordedura puede acabar con cualquier hombre.”
²  “Bueno, sí, lo siento, fue una tontería, ¿pero aún no entiendo padre por qué Nogha es tan poderoso? La araña negra de mancha roja tiene veneno, ¿pero qué tiene Nogha?”
²  “Onza por onza, Nogha es el animal más fiero y mañoso que haya pisado, nadado o volado en este mundo o cualquier otro. Pero esa no es su gran destreza. Nogha es el Gran Vidente del Oyanzee-Yo, del ‘Yo-Sombra’ que se esconde detrás de la Máscara, y no solamente lo ve, sino que sabe aprovechar las debilidades, los miedos, las inseguridades, las tristezas, las envidias, las iras – cualquier negatividad – que acecha en esas profundidades oscuras.”
²  “¿El Oyanzee-Yo? ¿La Máscara? Padre, ¿Qué es todo eso? ¿De qué trata?”
²  “El Yo-Sombra hijo mío, el Oyanzee-Yo – donde Oyabun establece su cuartel general en el interior de la mente-espíritu de las personas – ese es quien las personas son en realidad. El Oyanzee-Yo es la persona que por dentro es un ladrón aunque no haya robado en toda su vida…”
²  “¿Cómo puede ser un ladrón si nunca ha robado?”
²  “Somos no solamente lo que hacemos o hemos hecho sino lo que deseamos hacer, lo que pensamos hacer. Del pensamiento a la acción solamente hay emoción o motivación y sobre todo oportunidad. ¡Cuida tus pensamientos Alaric porque de eso estarás compuesto! Lo que somos también es lo que hemos pensado y lo que hemos sentido. Que un hombre no haya robado porque no haya tenido la oportunidad o porque tema el castigo solamente significa que el hecho queda por hacerse y que su miedo le ha vuelto discreto. ¿Acaso el alacrán deja de ser alacrán porque no haya aun picado?”
²  “Sí, claro Padre. ¿Pero qué es este Oyanzee-Yo y que es la Máscara? ¿Tiene esto algo que ver con Oyabun?”
²  “Los animales solamente tienen una identidad hijo mío, simplemente lo que son, no esconden nada de su interior, de su auténtica naturaleza; tal vez escondan su cuerpo pero su mente, su espíritu es único, integral. Pero las personas están fragmentados por dentro; las personas tienen varias personalidades o ‘yos’, de las cuales las más importantes son cuatro. La primera es la que ellos piensan ser en sí mismos, su ‘Yo- Reflejo’ o lo que ellos llamarían simplemente su ‘Yo’ – como si fuera su única personalidad, por su falta de conocimiento de otras. El Yo-Reflejo es su auto-imagen; es cómo se ven a sí mismos dentro de sus propias imaginaciones…”
²  “Es quién crees que eres, ¿verdad?
²  “Así es.”
²  “Hasta ahora entiendo. Llevamos una, quedan tres más.”
²  “El segundo yo es el ‘Yo-Máscara’, es como las personas quieren que les vea el mundo.”
²  “¿Es como su Yo-Camuflaje?”
²  “Como quieras llamarlo; el ‘Yo-Máscara es la ‘personalidad ideal’ que presentan al mundo en diferentes circunstancias, tratando de aparentar ser lo que creen que el mundo espera de ellos, en vez de ser sí  mismos; es lo que las personas nos permiten ver de sí mismas. Cuando primero conoces a una persona es el Yo-Máscara al que estás conociendo…”
²  “El Yo-Reflejo y el Yo-Máscara; dos, quedan dos más.”
²  “… cuando sientes que la conoces, al que has comenzado a conocer, su verdadero, más representativo y dominante personalidad, es que estás conociendo al Yo-Sombra.”
²  “¿Tres ‘Yos’? Uno, el Yo-Sombra, que es lo que en verdad somos; otro que es el ‘Yo- Reflejo’ que es lo que creemos que somos, y finalmente otro que es ‘Yo- Máscara’ el que tratamos de parecer ser basado en lo que creemos que nos convenga que el mundo crea que somos. ¿Es así Padre?”
²  “Exactamente, ¿pero que te parecen estos yos diversos de las personas?”
²  “¡Hay tanto engaño Padre! Engañamos a las demás personas con nuestro Yo-Máscara, y nos engañamos a nosotros mismo con el Yo-Reflejo ya que ninguno de los dos es nuestro verdadero Yo, que es el Yo-Sombra. ¿No hay verdad en los seres humanos? ¿Es todo siempre engaño ajeno y propio?”
²  “Te dije que había cuatro yos. Las primeras tres no son identidades, no pueden serlo, son identidades falsas. ¿Por qué no pueden serlo?”
²  “¿Por qué no pueden ser qué?”
²  “¿Por qué no pueden ser verdaderas identidades si son tres o cuatro?”
²  “No lo sé padre. Es que no sé bien lo que significa ‘identidad’.”
²  “Está bien. Antes de responder a una pregunta hay que entenderla muy bien puesto que con frecuencia en ese análisis está la clave para su respuesta. La palabra ‘identidad’ se refiere a dos cosas opuestas pero relacionadas. Se refiere a lo que hace ‘única’ a una persona o a una cosa, y a la vez a lo que lo hace ‘lo mismo’ a otras que comparten ciertas características claves con ella.”
²  “No podemos ser ‘únicos’ si no estamos integrados. Por lo tanto no podemos tener una identidad si tenemos varios ‘Yos’ por dentro, Padre. Eso es lo que creo. Para tener una ‘identidad’ si tenemos aún que definirnos, no podemos tener varios ‘Yos’ que no están de acuerdo los unos con los otros porque significa que nosotros somos extraños a nosotros mismos y por lo tanto no podemos identificarnos con nada ni con nadie.”
²  “Hmm… ¡Excelente respuesta! ¡Precisamente! Mientras tengamos un Yo-Sombra, un Yo-Máscara, y un Yo-Reflejo dentro de una misma mente nunca vamos a saber quiénes somos, ni vamos a saber por qué hacemos lo que hacemos. Somos extranjeros en nuestra propia mente.”
²  “¿Entonces el cuarto yo…?”
²  “El cuarto ‘Yo’ es la Identidad.”
²   “¿Pero en qué consiste?”
²  “La Identidad es un modelo de cómo debemos pensar, sentir, y comportarnos en cualquier momento y en cualquier lugar.”
²  “¿Entonces para tener Identidad hay que acabar o integrar los otros tres Yos?”
²  “Una familia solamente puede tener un padre, y una tribu un jefe. La Identidad que escogemos es ese jefe. Nos dice lo que queremos y debemos pensar, sentir, y hacer a cada momento y en cada lugar de nuestras vidas.”
²  “¿Rai Kai Shin, Padre? ¿Volvamos a eso, por favor?”
²  “¡Jajaja! ¡Pensé que se te había olvidado!”
²  “¡No, para nada! ¡Soy tu peor pesadilla! ¡Jajaja!”
²  “¡Jajaja. ¡Igual que un enjambre de mosquitos en primavera! Alaric, hijo mío, el Rai Kai Shin es la culminación del poder personal que todo guerrero-sabio-chaman…”
²  “Que todo Sennin, quieres decir.”
²  “Así es, que todo Sennin, precisa para cumplir con su labor, para cumplir con su destino, con su misión de vida, es parte de su propia identidad. Solamente un Sennin, un maestro sabio-guerrero-chamán, puede soportar el Rai-Kai-Shin en su ser, pero para eso tiene que haber integrado ya sus tres Yos en una sola Identidad – la Identidad del Sennin – para que exista coherencia impecable en su propósito; para que su deber y su querer sean en todo momento un solo pulso, una sola voz, un solo pensamiento, una sola emoción, un solo acto. Es un tremendo poder mi hijo. Sin la preparación necesaria, sin estar listo para la descarga de esa energía sería como cargar a un niño con el peso de una montaña en los hombros: quedaría totalmente aplastado. Tal es la naturaleza del Rai Kai Shin, hijo mío. No lo busques, te encontrará a ti, o mejor dicho, lo encontrarás dentro de ti cuando llegue el momento preciso… ni antes, ni después.”
²   “¿Pero Padre, que les sucede a las personas que buscan el Rai Kai Shin antes de su tiempo?”
²  “¡Ah! ¡Esos se vuelven los cachorros de Oyabun hijo mío! No se puede generar el Rai Kai Shin sin abolir el Yo-Sombra de nuestro corazón. Las personas que buscan el camino fácil al Rai Kai Shin acaban siento engullidos por el poder malévolo de su Yo-Sombra. Oyabun entra en su espíritu a través de su Yo-Sombra y los usa para empoderarse del Yo-Sombra de los demás a su alrededor.”
²  “¿Y sufren la enfermedad del sunoyi?”
²  “La misma.”
²  “¿Y qué les pasa a estas personas?”
²  “Los apegos, el odio, los resentimientos, las inseguridades, las envidias, todo lo negativo que fomenta negativo aparece tanto en sus corazones que el Oyanzee-Yo acaba por dominarles por completo; su Yo-Máscara desaparece y su Yo-Reflejo se debita tanto que solamente hay Yo-Sombra que se manifiesta y no hay esperanza ni intención de cambiar. El Yo-Sombra se apodera de ellos, los consume y con eso Oyabun hace su labor y los usa para inculcarse en los demás a su alrededor y finalmente, perecen. Eso es lo que les pasa.”
²  “Eso me preocupa mucho Padre.”
²  “¿El qué te preocupa?”
²  “Pues acabar siendo un cachorro de Oyabun, nuestro enemigo mortal. Yo quiero tener Rai Kai Shin, ¿y qué tal si por querer tenerlo termino enfermo de sunoyi?”
²  “Jajajaja.”
²  “¡No te rías Padre! ¡Hablo muy en serio!”
²  “En la vida, hijo mío, uno recorre muchos caminos, no todos siempre de nuestro agrado y no siempre los correctos. Pero si tu corazón es puro encontrarás el camino de la rectitud tarde o temprano para salir de la oscuridad, no importa cuán profunda sea.”
²  “¿Yo tengo un corazón puro, Padre?”
²  “¡Claro que sí mi hijo! Tu madre y yo nos aseguramos de eso cuando os criamos a los dos, a tu hermana y a ti. Plantamos en vosotros la semilla de un gran amor que dará su propio fruto en su tiempo debido. Bien. Como te iba diciendo, a veces nos equivocamos en la vida y no somos quienes queremos ser ni acabamos donde queremos estar.”
²  “¿Porque el Yo-Sombra se apodera de nosotros y nos hace cachorros de Oyabun?”
²  “Así es.”

EN ESTA ALEGORÍA, ¿QUÉ REPRESENTA OYABUN?
Oyabun es la personificación del miedo y del apego que engendran la dualidad Sombra/Matrix en las personas y en la cultura.


QUINTA PARTE: {ANOTACIÓN No. 122}

¿NOS PUEDES DECIR ALGO MÁS SOBRE LA IDENTIDAD SOMBRA?
Precisamente tengo una anotación en mi Bitácora de Shodai, Volumen 3, “El Mundo es mi Dojo”. La incluiré aquí y añadiré unos comentarios después. 

ANOTACIONES PARA EL 14 DE DICIEMBRE, 2011
78.  Título de la Anotación: Ideas sobre la Sombra y el Lado Oscuro.
Es propio de la naturaleza que todo lo que haya subido eventualmente caiga; pero es propio de la Grandeza que todo lo que haya caído, suba. La Grandeza sabe convertir las desgracias de la vida en la causa de su motivación, fuente de su inspiración, contenido de su sabiduría, y en el material de su obra: así se pasa de bien acuchillado a maestro, y de víctima y mero superviviente a sobresaliente y destacado. Lamentablemente, pocos saben controlar esa propulsión antes de que les arrase, y evitar que su propia construcción se les venga encima. Esa es la tragedia de lo que en MAMBA venimos a llamar la “Sombra”, que es el tema del artículo de hoy.

Vemos una y repetidas veces que las Grandes Identidades de la historia universal han padecido grandes traumas y han sobrevivido grandes tragedias, las cuales han sido, como menciono en el párrafo anterior, el sine qua non de su grandeza. Ya lo decían los antiguos griegos: no hay gloria sin tragedia. Lamentablemente las más de las veces las personas se quedan en el estado de tragedia sin gloria, pocos saben sacar gloria de la tragedia, y casi nadie sabe disfrutar de su gloria sin recaer, por pie propio o ajeno, en la tragedia de nuevo. Ese precisamente es el objetivo esencial de MAMBA: encaminar a los alumnos, discípulos y aprendices a un sendero existencial que les libere de su tragedia y les deposite en esa gloria que reconocemos como la serenidad mental. Para eso tenemos que entender los conceptos metafóricos del Lado Oscuro y de la Sombra.

He estado pensando mucho sobre estos los temas del Lado Oscuro y de la Sombra, dos temas tan importantes y que a mi modo de ver, y por lo tanto según la ideología MAMBA, se confunden con gran facilidad. Hay que entender las diferencias y los puntos de interacción y de superposición para sacar el mayor provecho de su valor metafórico. De por si son íntimamente relacionados pero que a la vez son muy diferentes. Ambos emplean el concepto metafórico de la ausencia de luz que resulta en un estado de desconocimiento, de oscurantismo, de incompetencia, de ignorancia, de inocencia a veces, y por lo tanto de intriga y con frecuencia de miedo – puesto que casi siempre se teme lo que no se entiende y/o de desconoce.

               Comencemos por el Lado Oscuro. El Lado Oscuro es hasta cierto punto una construcción cultural, pero a grosso modo podemos decir que se aplica a toda conducta impulsada por aquella energía y motivación que nos lleva a imponer nuestra voluntad por encima de la de los demás; es el impulso a sobresalir de entre las masas, de romper con el convenio social y la norma cultural que nos inhibe, de prevalecer de acuerdo a nuestras propias reglas. Es una fuerza del inconsciente, de la voluntad al poder, del ‘YO’ que quiere dominar, que quiere imponer el ‘Yo’ por encima de todo y de todos; es el impulso al alzamiento, a la indisciplina. Es la fuente de la ira cuando nos contrarían, cuando algo o alguien se interfiere con nuestro paso, con nuestros planes y propósitos; es la fuerza tras el “¡porque lo digo yo!”; es el impulso a hacernos “Masters and Commanders” – “Maestros y Comandantes” – de nuestro propio universo.

El Lado Claro se contrapone al Lado Oscuro. El Lado Claro es el impulso a la aceptación, a la concordancia, a la conformidad, a ceder, a compartir, a la empatía, al ‘no Yo’, a pensar en el equipo o en el grupo antes de en uno mismo, a la subordinación, a la disciplina, a acatar las órdenes, a seguir las reglas, a servir. El Lado Claro es beneficio del grupo, de la comunidad pero de acuerdo al convenio de la misma – el Lado Oscuro, por lo contrario, es la conveniencia personal.

En realidad ninguno de ellos es “bueno” o “malo” siendo esa dicotomía totalmente producto del ser humano. El macho alfa de la manada exige comer primero (Lado Oscuro) porque su supervivencia es primordial para el de la manada (Lado Claro). Los animales carecen de la dicotomía Oscuro/Claro, al igual que el Sennin, puesto que el Sennin opera para imponer su Visión (Lado Oscuro) al servicio de la humanidad (Lado Claro). En la naturaleza la supervivencia de un espécimen (Lado Oscuro) contribuye y está siempre al servicio de la supervivencia de la especie entera (Lado Claro). El estado al que el hombre precisa reintegrarse para superar la dicotomía entre “Bien” y del “Mal”, entre el Lado Claro y el Lado Oscuro, y el de su Condición Existencial, es precisamente el estado “natural” o “animal”, es el fluir con el Tao – la integración armoniosa de sus Lados Claros y Oscuros – ese es el estado del Sennin, el Maestro de la Quinta Dimensión y del RAI KAI SHIN (“mente, corazón y espíritu del relámpago creciente e incesante”) y el que trabaja para reintegrar el Lado Oscuro con el Lado Claro en la humanidad.

               La Sombra, o más específicamente la Identidad Sombra, es algo muy diferente del Lado Oscuro, aunque con frecuencia nos lleva a operar de acuerdo al mismo, pero casi siempre con objetivos y resultados nefastos. La emoción primordial que motiva la Sombra es el miedo, que con frecuencia se desenvuelve en la ira, en la envidia, en el resentimiento. La Sombra es negativa, sombría, odiosa y a la vez patética; es el modelo inconsciente de nosotros mismos que consiste de los patrones de pensamientos, de conductas, y de emociones que más repudiamos, que nos da vergüenza que vean en nosotros los demás y que yace latente en el inconsciente, en el ‘YO’. La Identidad Sombra se va formando a causa de los miedos, las inseguridades, las crueldades, las inhumanidades – los traumas, las tragedias, las pérdidas – que hemos experimentado, ante todo en nuestra infancia.  El miedo en particular es nocivo, ya que su poder de grabar eventos relacionados en la memoria es incontestable, por eso mismo decimos que “el miedo el verdugo del espíritu”. Aunque a corto plazo un miedo leve (que se manifiesta como ansiedad) pueda motivarnos a la superación, nada bueno puede surgir del miedo a largo plazo por la forma en la que distorsiona nuestra interpretación de la realidad haciéndonos reaccionar a enemigos y amenazas inexistentes.

La Identidad Sombra se forma en la infancia, comenzando incluso antes de que se establezcan nuestros primeros recuerdos, pero definitivamente antes de que tengamos a la capacidad de analizar objetivamente, racionalmente lo aprendido.  El patrón conductual que dirige la Sombra, como resultado, surge precisamente del inconsciente – del ‘YO’ – es decir, de las tinieblas de la mente más allá del alcance de nuestra consciencia – y por lo tanto de nuestro raciocinio.

Puesto que se forma en la temprana infancia, sobre todo en torno a trauma o pérdida que resulten en tristeza, miedo, o ira, la Identidad Sombra se convierte en el aspecto central y fundamental de nuestro Paradigma Personal, modulado por nuestros deseos de encajar socialmente que son modulados por nuestro entendimiento del Lado Claro. La Sombra, por lo tanto es tremendamente inmadura y se compone de estrategias que fueron exitosas o al menos adaptables durante la niñez. Por ejemplo, la Sombra busca – es motivada por – saciar nuestros instintos más básicos, es decir, los placeres, y podría decirse que opera de acuerdo al Principio de Maximizar el Placer y Minimizar la Incomodidad. Puesto que 1) sus estrategias son infantiles y 2) sus objetivos básicos, rudimentarios, superficiales, tarde o temprano la Sombra nos lleva a un fracaso total de nuestro Paradigma Personal, suceso que ocurre comúnmente y en la mediana adultez y que se conoce como la “crisis de la mediana edad”.

Con el paso del tiempo, con la edad, y con el desarrollo del raciocinio reconocemos la inmadurez y lo inapropiado de la Identidad Sombra y por eso mismo la envolvemos en nuestro Perfil Aparente – lo que mostramos a las visitas o a la pareja durante las primeras citas – y que consiste en el conjunto de atributos que creemos positivos y con los que pretendemos seducir e impresionar al mundo.

La Sombra, conforme crecemos y maduramos y no hacemos una limpieza de nuestras creencias, pensamientos, ideas, y esquemas infantiles, se va convirtiendo en el repositorio de todas esas cualidades que más detestamos de nosotros mismos y que cuando las vemos manifiestas en los demás amplificamos su proyección y nos ocasiona una reacción muy negativa – reacción que en realidad es una manifestación de nuestro auto-desprecio. Hay una correlación grande entre la fuerza de la Identidad Sombra y nuestro Auto-desprecio.

La Sombra es la responsable por el fenómeno conocido como el “Temor al Éxito” que consiste en el miedo – un terror más bien – a que nuestra Identidad Sombra quede descubierta y el mundo nos vea y nos evalúe de acuerdo a ella a pesar de nuestros éxitos; es un miedo a que la gente descubra quienes “en verdad somos”, la Identidad Sombra que hemos ocultado de nosotros mismos tras la máscara de la inconsciencia. El Terror al Éxito es un fenómeno que se ve operando con gran frecuencia en artistas, cantantes, músicos, etc., individuos que se especializan precisamente en convertir el trauma personal en arte, y por lo tanto poseedores de una Identidad Sombra muy poderosa. Si por una parte ese miedo a ser descubierto les puede llevar a la superación, por otra si no se maneja, si no se controla, les llevará a su ocaso.

EN RESUMEN, la Sombra es el aspecto de nosotros que nos ocultamos de nosotros mismos, pero que con frecuencia es muy visible a los demás a pesar de que empleamos tremendos recursos energéticos en mantenerle oculto e invisible (al mundo) e inconsciente a nosotros. Es el aspecto de nuestro ‘YO’ que surge de nuestros miedos, de nuestros resentimientos, de nuestras envidias, de nuestras mezquindades, etc., y que en realidad viene a ser lo que más define quiénes somos y como nos desenvolvemos en el mundo.

Cuando analizamos la conducta, las emociones, y los pensamientos que surgen de la Identidad Sombra, casi siempre la interpretamos en términos del Lado Claro, es decir, las vemos como favorables, o en términos de la Sombra de los demás, o sea, culpamos a las demás personas por nuestros propios defectos y fracasos; es decir, casi nunca aceptamos ver la Sombra en nosotros mismos. Personas con Sombras muy poderosas detestan pedir disculpas por cualquier conducta, por muy obviamente deplorable que sea, siempre justifican sus malos humores y malos comportamientos en términos de causas externas: “¡Cómo me enojas!” “¡Me puso nerviosa!”, etc.  Siempre se hacen las víctimas – poseen muy baja autoestima y son muy susceptibles a cualquier crítica, incluso positiva, ajena. Sus actos, aunque en apariencia desinteresados (Lado Claro) en realidad son muy egoístas, interesados y autocomplacientes. Cuando se les critica o señala una inconsistencia en su conducta, emoción o pensamiento responden con “¡Soy así!”. Son muy negativistas desafiantes ya que en esencian se comportan como niños egoístas y malcriados.

Para vencer a la Sombra es preciso tener en cuenta lo siguiente:

1.        El eje central alrededor del cual la Sombra se mantiene y se fortalece en nuestra adultez es mediante la dependencia en el favor o miedo al castigo por parte de entidades o fuerzas “sobrenaturales” o imaginarias – ángeles, dioses, santos, Dios, Satanás, demonios, espíritus, karma, vidas pasadas, etc. – ya que esta dependencia nos roba de la comandancia y de la responsabilidad por nuestra propia existencia.

2.       Hace falta formar una Identidad precisa, concreta, y determinada y comprometernos a cumplir de acuerdo a la misma. La Identidad es un modelo imaginario de cómo nos sentimos, pensamos, y comportamos en cualquier situación. Tenemos que estar siempre conscientes de cuando NO actuamos, pensamos, y sentimos de acuerdo a ese modelo porque AHÍ es donde lo más probable es que se esté manifestando nuestra Identidad Sombra.

3.       La Identidad que lucha expresamente contra la Identidad Sombra en uno mismo es la del Guerrero Iluminado tal y como se formula y enseña en MAMBA.

4.      Nuestro patrón de selección de relaciones de parejas y de formación de relaciones casi siempre va a ser el resultado de nuestra Sombra, de la Sombra de nuestra pareja, o de ambas – de ahí que tantas relaciones fracasan.

Podría añadir un par de comentarios aquí. La Sombra, o más específicamente, la Identidad Sombra se manifiesta en las denominadas Perversiones del Lado Claro y Perversiones del Lado Oscuro – ahí es donde surge la maldad. Cabe tener en cuenta que la maldad solamente existe en el ser humano. Es decir, el concepto del bien y del mal, y la maldad misma es enteramente una construcción humana: el mal toma existencia con el ser humano, es un producto de la humanidad y no existe en otro lugar de la naturaleza fuera del Hombre (salvo quizás en algunos de los primates superiores, pero en la medida que se aproximan a nuestra capacidad cognitiva de la imaginación). Habiendo dicho eso queda la pregunta, ¿dónde surge el mal en la identidad humana? En la Sombra, en las Perversiones del Lado Claro y en las Perversiones del Lado Oscuro.

¿EN QUÉ CONSISTEN ESAS PERVERSIONES DEL LADO CLARO Y DEL LADO OSCURO? 
Se podría resumir de esta forma: Cuando buscamos avanzar nuestros propios intereses (Lado Oscuro) a expensas de los demás (narcotraficante, político corrupto, violador, etc.), se tratan de perversiones del Lado Oscuro; cuando buscamos avanzar los intereses ajenos (Lado Claro) en contra de nuestros propia dignidad, denegando el derecho a nuestra autoestima, a nuestro auto-respeto, se tratan de Perversiones del Lado Claro. La Matrix personal surge de la Sombra Individual. La Matrix cultural surge de la Sombra Cultural. La Sombra/Matrix de cada persona está completamente vinculada (“todo es todo”) con la Sombra/Matrix de la cultura a la cual pertenece. Todo se resuelve cuando uno establece y se compromete a su Identidad/Misión. Acuérdate de los Principios de MAMBA:
1) El ser humano es Homo sapiens sapiens, el último homínido evolucionado y con orígenes compartidos con otros primates, ni más, ni menos.
2) La imaginación es responsable por el impulso hacia respuestas transcendentales en nuestra especie.
3) Existen Tres Verdades Innegables: a) “todo cambia”; b) “todo es todo”; y c) “vivir es superar”.
4) Existen Tres Grandes Engaños: a) la creencia de que algo pueda existir algo que sea permanente e inmutable; b) la creencia que algo pueda existir que sea totalmente independiente; y c) la creencia que pueda haber una existencia sin adversidades o incomodidades.
5) La Sombra/Matrix surge como resultado de los apegos psicológicos (individuales) y sociales (culturales) a los Tres Grandes Engaños.
6) El camino a superar la Sombra/Matrix es mediante el establecimiento de y el compromiso con la Identidad/Misión con cada uno de nuestros pensamientos, emociones, y acciones.
7) La superación de la Sombra/Matrix es el Gran Entendimiento (la Iluminación, el nirvana, el satori, moksha).

¿Y COMO SE SIENTE AL SER MARIPOSA?
Jajajaja. Libre, sereno, completo, e infinito.

¿ESO ES EL RAI KAI SHIN?
Eso es el Rai Kai Shin.

MUCHAS GRACIAS.
Un placer.